Harry arrojó una maldición aturdidora a la figura con túnica negra y observó con satisfacción cómo otro Mortífago se derrumbaba. Estaba a punto de disparar de nuevo, cuando fue maldecido por detrás.
Cuando se desplomó en el suelo, tragó saliva cuando la figura de McNair se le acercó con una sonrisa maliciosa. No está bien.
"¡Esto es, Potter!" gruñó maliciosamente "Dile adiós a ..."
De repente, se oyó un ruido sordo de algún tipo y Harry miró con aliento entrecortado cuando la cara de McNair se puso felizmente en blanco. Al segundo siguiente, el moreno solo logró apartarse del camino y evitar al Mortífago cuando se derrumbó en el suelo, casi encima de él.
Antes de que pudiera reaccionar, un par de manos familiares lo levantaron y lo sacudieron. Miró a su compañero Auror primero con gratitud, y luego con total incredulidad.
"Deja de abrir la boca, Potter".
Harry sacudió la cabeza, finalmente confiando en sí mismo lo suficiente como para hablar. "Solo para mi información, por supuesto, pero ¿acabas de noquear a uno de los Mortífagos más buscados del país con una ... sartén?"
Draco se encogió de hombros y tiró la bandeja abollada con una sonrisa descuidada. "Si alguien pregunta, fue un Crucio", dijo. "Ahora ayúdame a llevar esta basura a Azkaban".
