Estaba molesta. Por poco y botaba humo por las orejas y nariz.
Puse mi música en aletorio y como consecuencia mis audífonos en mis orejas. Por pura casualidad de la vida la canción "fuck you" de Lily Allen fuela primera en sonar.
Caminé a paso largos y con un poco más de fuerza en mi pisada hubiese roto el suelo.
Mi mirada buscada desesperadamente a Renjun en el camino, tal vez él ya estuviese en la escuela. Pero mi instinto de ir hacia él no me había engañado.
A unos pocos mentros pude visualizar a Renjun junto a Donghyuck con unas mochilas que utilizan para la escuela.
- ¡Renjun!-grité.
Vi como ambos rostros voltearon hacia mí, y también pude ver como Donghyuck me miró con sorpresa.
- ¿Qué sucede Mei?-preguntó aquel chico delgado y bajo.
- Oigan, creo que yo mejor me voy. -dijo Hyuck golpeando a Renjun con su codo y haciendo un guiño muy poco discreto.
- Ignóralo, ¿qué...has llorado?-sus ojos se abrieron en menos de segundos.
Él solo me abrazó y mis lagrimas salieron de inmediato, no podía formular palabras y el me acariciaba el cabello.
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Camino a la escuela pude explicarle todo y le pedí que por favor hoy no me vaya a abandonar pase lo que pase.
Llegamos tarde a clases, ya que yo estuve llorando un buen rato y nos quedábamos en solo sitio para que así él pudiese consolar con un cálido abrazo.
En clase solo evité a Jaemin que me miraba con recelo.
Fui una tonta por creer que realmente querría algo serio conmigo. Alguien como Jaemin no se fija en mí.
Estuve nadando en mis pensamientos tan profundamente que no me di cuenta cuando Jeno se sentó a mi lado.
Renjun me había dejado ya que era el receso. Seguramente quiso ir a orinar.
- Veo que tienes los ojos hinchados.
- Vamos Jeno, no te hagas el que no sabe nada. Tenías todo planeado y te salió a la perfección. -dije evitando su mirada.
Pude sentir que Jeno tragó saliva y seguramente no sabía que decir. Sus cartas se habían acabado.
- No te he enseñado todo. -soltó.
¿Qué? ¿Había más?
Dejé que agarrara mi mano y con aquella fuerza que posee, me lleve prácticamente arrastrando.
Habíamos llegado a la biblioteca y aquí estaba Jaemin.
-Tú solo quédate tras este estante y escucha.
Jeno empezaba a formar una sonrisa en su rostro que me daba mala espina, sin embargo, hice caso a su petición.
Se acercó a Jaemin, quien leía un libro sobre como coser peluches. Vaya, que tipo para más raro.
Estaba sentado a unos metros por lo que si podría escuchar la conversación.
Jaemin vio a Jeno acercarse y su rostro neutro cambió instantáneamente.
- Vamos Jaemin, no te puedes molestar por lo que hice. Sé muy bien que todo lo hiciste por venganza. Una venganza errónea.
Jaemin cambió su rostro de molestia a uno de confusión, e intentaba no mirar a Jeno.
- Sí, lo confieso. Todo fue una venganza. Me di cuenta que Mei te atrajo tanto como Somi me atrajo desde el primer día de clases del año pasado. Hice todo esto para molestarte, pero...
No pude evitar llorar y accidentalmente boté un par de libros de aquel estante.
Jaemin pudo darse cuenta de mi presencia y se levantó de inmediato de aquel sillón.
- Eres un maldito bastardo. -se dirigía a Jeno.
Yo estaba petrificada, pero ya sabía todo. Todo fue una venganza por parte de Jaemin. Yo era la que saldría herida. Era una venganza errónea.
Intenté mover mi cuerpo, corrí hacia la puerta de salida tan rápido como este lo permitía y me dirijí al patio.
En el camino de mi carrera choqué con chico, y aquel choque hizo que cayera de trasero.
- ¿Te encuentras bien?
Aquellas palabras salieron de un chico muy guapo con labios carnosos y seductores.
Me ayudó a levantarme e hizo una referencia.
- Soy Hyunjin.-dijo.
Depositó un beso en mi mejilla que ocasionó escalofríos por todo mi cuerpo.
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