⌠9⌡

709 138 35
                                    

Dib observaba a su padre mientras que éste hacía lo mismo hacia él; Ambos dudaban que en realidad fuera Zim quien estaba hablando con ellos, dado por su altura y forma completamente modificada. Dib aún dudaba si Zim había cambiado incluso más de lo que ya había visto o no, pero antes de que sus dudas lo hicieran perder confianza en él, prefirió tan sólo ignorar esos pensamientos y dirigir su atención a su padre, quién aún parecía confundido por el radical cambio del pequeño alien.

¿Entonces llegaran allá antes del anochecer? ¿Y cuándo volverán? - Membrana trató de distraer su mente y volver al tema de importancia, evadiendo la cara hastiada de la atención y dudas excesivas que de pronto provocaba. Se llevó la mano a la barbilla y pensó en ello un poco.

Mmm... quizás terminen la tarea en 5 horas - Lo dijo con simpleza, más Dib y su padre intercambiaron miradas con total confusión. "Si éste es uno de tus trucos para hacernos adorar tu magnificencia, no es realista en lo absoluto" pensó Dib, esperando unos momentos antes de que Membrana cuestionara lo obvio.

Eso es muy pronto... ¡No es posible! - Exclamó, negándoselo a sí mismo. Zim refunfuño y comenzó a explicar con desgano, como si se tratara de algo tan básico que hasta un infante comprendería.

Las naves Irken tienen un mapa visible de un radio determinado, a sí que sólo deben pulsar un punto al que quieran ir y se moverán en dirección hacia allí lo más rápido posible (aunque ni siquiera se percibe esa velocidad)... es como una abeja; mueven el universo mientras que su cuerpo queda estático - Observo nuevamente al hombre de gafas cuando terminó de explicar, en tanto que Dib se convencía cada vez menos: "no creo que así funcionen las abejas..." comentó nuevamente para sí mismo, mirando con desgano a ambos hombres hablando.

Membrana finalmente decidió confiar el futuro del planeta en las manos del Más Alto, quién luego de dar una sonrisa altanera y triunfal, se dirigió a comunicar la orden a las naves invasoras que esperaban por él a las afueras de la casa de Dib. El muchachito curioso no se despegó de su lado en ningún momento.

El Poderoso Zim ordena que cada uno de ustedes vaya al lugar señalado en su mapa, recoja el portal y lo lleve a la posición 3.9335,0.0004 para luego dejarlo y volver a aquí. Fin del comunicado, no se aceptan preguntas - Zim sonrió ampliamente al sentir de nuevo el poder conferido por el hecho de dar órdenes; los pequeños invasores se miraron entre sí, bajaron la cabeza y finalmente subieron a sus naves para partir a los puntos indicados en ráfagas imperceptibles por los ojos humanos que poseía el chico que no había despegado la vista del espectáculo; Dib. A veces se preguntaba cómo es que podía amar tanto a alguien tan molesto y creído... quizás era su encanto, o posiblemente es que había caído víctima de algún hechizo para amarle: realmente no importaba mucho cuando se trataba de tenerlo al frente... ese chico podía con él.

No recuerdo que el Crucero Voot haya sido tan rápido... - Murmuró Dib, tratando de hacer un lado sus divagaciones y prefiriendo poner un tema de conversación. Zim pareció ponerse un poco nervioso; ¿Quizás era un mal tema del que hablar?

Eso es porque no lo era; sólo podía ser pilotado, no podía transportarse por el universo por sólo seleccionar un punto... de todos modos, no quería esa opción - Dib estaba completamente seguro de que Zim jamás admitiría que no había podido añadir una función tan compleja y futurista a su creación a partir de chatarra, más era poco lo que importaba cuando empezabas a pensar en la magnificencia de su genio y optimismo para crear desde la nada una nave voladora completamente funcional y eficiente. A veces el hombrecito le daba mucho en qué pensar.

Soltó una sonrisita boba sin saberlo, y cuando se percató de ello, Zim lo había notado también. Sin querer pasar vergüenza con preguntas de "qué te pasa" tan sólo prefirió cortar la curiosidad del Irken y proponer algo el mismo.

disturbia   -   ⌠zadr⌡Where stories live. Discover now