—No estamos mal, pero eso no quiere decir que estemos juntos.

Me estudia con sus ojos.

—¿Y a qué se debe el buen humor? —me encojo de hombros—. Hay algo que no me estás diciendo, y no tiene nada que ver con la universidad, de eso estoy seguro —me río—. ¡Lo sabía! Anda, dime.

A la hora de hablar sobre estos temas, mi padre suele convertirse en un gran amigo.

—¿En qué me convierto si al poco tiempo de haber terminado una relación quiera pasar el tiempo con otro chico?

Mi padre reflexiona unos segundos, y mientras lo hace, entrelaza sus manos como si estuviera analizando un caso como un investigador profesional.

—En Chloe —inclino mi cabeza hacia un costado—. No dejas de ser tú, no te califica de ninguna manera.

—Lo dices porque eres mi padre —me río—. Ya, califícame.

Frunce el ceño y niega con la cabeza.

—No te voy a calificar de ninguna manera, y no lo hago solo por ser tu padre. Hija, terminaste una relación en buenos términos, ambos pudieron comprender que habían perdido el amor y que los unía la costumbre, nada más —suspiro y mi mirada se detiene por encima del hombro de mi padre—. ¿Y qué si hay otro chico que capta tu atención? ¿Es un delito? Por supuesto que no. No puedes culparte por sentir, ni mucho menos calificarte de ninguna manera.

—Bueno, gracias. No me siento mal con respecto a lo que me pasa, al contrario. Tal vez... solo necesitaba de tus palabras.

Asiente, y cuando lo miro a los ojos, me sonríe. Sé lo que sigue.

—Entonces... ¿quién es él?

—Mmm, creo que debo irme.

—¡Oh, no. No lo harás!

—Tengo una vida adulta que continuar.

—Primero responde, no vas a salir de aquí sin darme una respuesta —me río cuando me amenaza con la cuchara—. ¿Anoche estuviste con él? —me encojo de hombros—. Deja el misterio para las películas, por favor.

—Es tu género favorito.

—¡Pero esto no es una película! —me río—. Anda, dime quién es.

—Hunter —murmuro, y lleva una de sus manos hacia su oído—. Es Hunter.

Nuevamente se detiene a estudiar mis palabras, como si le hubiese hablado en otro idioma. Finalmente, sonríe, y extiende su mano para acariciar la mía. Supongo que necesitaba del afecto de mi padre, porque tal acción, me resultó muy reconfortante.

—¿Crees que es muy pronto? —pregunto observando la unión de nuestras manos.

—No pienses en el tiempo, piensa en lo que sientes, ¿él te gusta?, ¿te hace sentir bien? —asiento segura—. Entonces, ahí está la respuesta. Nunca hay que dejar de hacer lo que realmente sentimos. Si tú no sientes que es muy pronto, entonces no lo es. Además... —lo miro y vuelve a sonreír—. Me gusta Hunter.

Me río y me levanto de mi lugar, necesito de uno de sus abrazos. Así que lo rodeo con mis brazos y él responde.

Antes de ir hacia la biblioteca, me detengo en una heladería cercana. Marie me va a matar por no haber respondido sus mensajes, pero en mi defensa, no lo hice a propósito. Llegaron cuando estaba con él, y una vez sola... me dormí. Estaba cansada.

Entonces, no me parece una mala idea llevarle helado, y, más aún, cuando es solo de sus sabores favoritos.

Cuando me ve entrar, me observa con su mejor mirada de asesina. Luego sus ojos caen en el pote de helado y suspira.

A través de ti (En físico y en Ebook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora