🌺- They Did What?! |KakaVege| [One-Shot]

🍃

    —¡Dioses, Wiss! ¿Estás tratando de matarme ahora que tengo un reemplazo? —Preguntó con enojo, frotándose el doloroso pecho. Su maestro simplemente rió entre dientes, con la mano sobre su boca. Bills estaba fulminando con la mirada, sus ojos dorados no eran más que rendijas.

    —Por supuesto que no, mi señor. Solo le decía la verdad. —Todavía estaba sonriendo, sus fideos se deslizaban ignorados a favor de no entrar en su estómago. Era su pasatiempo favorito. Él sabía que su hermana Vados era muy parecida, aunque ella todavía era mucho más amable con su respectivo Señor.

    —Podrías haberlo expresado de manera un poco diferente —se quejó Bills, sentándose derecho ahora, comiendo con indignación sus fideos con los ojos cerrados. Si sus manos no estuvieran ya ocupadas, sus brazos estarían cruzados. Su cola se agitó sobre el suelo brillante y golpeó contra su silla.

    —Mis disculpas, permítame intentarlo de nuevo. —Wiss carraspeó, girando su cetro distraídamente— ¿Cómo lo dicen los terrícolas? ¿Cómo fue que lo llamó Bulma...? —Pretendió reflexionar, tocando sus uñas de lavanda sobre la mesa. Bills finalmente abrió un ojo inquisitivamente, mordiendo el anzuelo, como siempre hacía— ¡Oh! Lo recuerdo ahora. —Su mano tapada se detuvo. Bills parecía más atento ahora, devorando la configuración descarada del contrario como si fuera un dulce— Los dos están follando.

    Los fideos volaron por la habitación. El Dios los había escupido esta vez, en lugar de ahogarse con ellos. Wiss permaneció felizmente alejado de su línea de fuego, pero estaba directamente en el camino de la furia de su Señor. La taza de comida se olvidó y se volcó, el gato puso sus manos sobre la mesa y se inclinó sobre ella, gritando.

    —¡¿Cuándo y por qué fue que ustedes hablaron de eso?! —Él chilló, aplanando sus grandes orejas y la cara vuelta vergonzosamente roja. Este era un tema delicado para él, aparentemente, incluso como un Dios todopoderoso de la Destrucción. Su cola pegada hacia arriba detrás de él, parecía lo suficientemente afilada para perforar la carne de esa manera.

    —Ella nos sugirió a ti y a mí que participáramos también en ese acto. —Mientras se deleitaba con el grito de agonía de Bills, el Dios tomó sus grandes orejas con las manos y las empujó contra su cara. Su hocico sobresalía, y solo desde ese momento Wiss pudo ver que el rubor se había vuelto más profundo—. Una vez dijiste que tenía buenas ideas, mi señor —dijo Wiss en voz de cantante, mientras Bills se retorcía incómodamente, moviendo la cola como una serpiente gigante angustiada.

    —¡En referencia a la elección de comida, Wiss! ¡Eso no! ¡Jamás!

    —Mi error. —Él se rió. Realmente no había sido así. El Dios mantuvo sus afilados dientes abiertos, pero lentamente se recostó en su asiento, todavía dolorosamente rígido y de repente, ya no tenía hambre—Todavía están los dos aquí si le gustaría buscar por usted mismo. En la habitación de Vegeta. —Su Señor no podría resistir la tentación de verlo por sí mismo, y parecía que Wiss estaba en lo cierto cuando el Dios agachó la cabeza. Bills suspiró profundamente, agarrando una nueva taza de fideos y sus utensilios.

    —Quizá, también quiera verlo. Vamos, Wiss.

    Bills sorbió mientras caminaban, dos copas sin abrir más metidas bajo sus brazos, como si las necesitara para la corta caminata por el palacio. Sus tacones chocaron contra el suelo, pero aún así se las arregló para parecer que estaba deslizándose en lugar de caminar realmente. La habitación de Vegeta no estaba muy lejos del centro del palacio, ya que Wiss prefería vigilar al Dios en entrenamiento, pero... desafortunadamente, le permitió escuchar fragmentos de los eventos de la noche anterior. Bills debería estar agradecido de que él todavía estuviera durmiendo, así como los dos saiyajines. Si el Dios fácilmente enojado se había enterado, no se sabe cómo habría reaccionado.

    —Tal vez deberíamos mover su habitación si esto va a ser un acontecimiento regular. —Wiss habló en voz baja, los dos ahora se desaceleraron para caminar lado a lado en lugar de que el felino caminara delante de Wiss—. Más lejos de las áreas principales del palacio. —Bills asintió después de un momento de vacilación, tragando.

    —Preferiría no escuchar a qué se dedican cuando suceden ese tipo de reconciliaciones, así que, buena idea.

    Al llegar a la puerta de la habitación, Wiss la abrió lentamente. No crujió, nada en el palacio lo hizo, ya que la misma deidad lo encontró irritante cuando estaba de mal humor por estar cansado o simplemente por despertarlo. Los dos se asomaron por el lado del marco de la puerta como niños; con la cabeza de Wiss sobre Bills y una taza de fideos debajo de ambos. Bills miró en el área oscurecida con los ojos muy abiertos, no afectado por dicha oscuridad, y capaz de ver claramente lo que había dentro de ella. Sus ojos parecían brillr y centrar la atención en los hombres que estaban dentro.

    —Guau. No bromeabas —murmuró, moviendo la cola detrás de él y golpeando el cetro de su maestro. Él sorbió su comida suavemente, delicadamente. Wiss movió su cetro—. Definitivamente mueva su habitación una vez que se despierten, si por casualidad estoy despierto la próxima vez que esto suceda, no quiero escucharlo.

    —No eran realmente tan fuertes pero, como usted desea, mi Señor. —Wiss tiró de Bills hacia atrás y cerró suavemente la puerta sin siquiera hacer un clic. Los dos se volvieron al unísono, el ángel mucho más agraciado que el dios en su movimiento.

    —Tengo orejas muy grandes si no te has dado cuenta, Wiss.

    —Eso es verdad, mi señor.

    Los dos saiyajines en la cama yacían inconscientes del espionaje, los ronquidos de Goku y Vegeta; ambos completamente inmóviles. Ambos estaban, de forma entendible, muertos del cansancio. Una agradable charla los esperó a los dos una vez que se despertaron.