―Eso suena como buenas referencias, espero que funcione, Louis, sé lo mucho que quieres conservar a los niños.

Giró los ojos. Habían tenido esta discusión. Los padres de Ruth y él habían discutido. También con su abogado, Matt. Cualquiera en el mundo que lo conocía tenía una opinión. Infiernos, la gente que no lo conocía, probablemente tenía una opinión. No le importaba, era el padre de estos niños, les gustara o no, y aún más importante, Ruth quería que los criara si ella no podía.

Por lo tanto, no importaba que dijeran, lo haría. Ruth había sido su mejor amiga desde la guardería, por amor de Cristo.

―Sí. Sólo tengo que comprobarlas.

―Buena suerte, Louister. Sabes que estoy para apoyarte.

―Lo sé. Te quiero, Lottiebean.

―También te quiero, Louisster. ―El teléfono se cortó cuando su hermana lo colgó.

Llamó a las dos primeras referencias y obtuvo resultados brillantes, al tercero le dejó un mensaje, entonces llamó a Mickey. ―¿Mickey? Louis Tomlinson. ¿Cómo vas?

―Hola, chef Louis. ¿Cómo lo llevas, amigo? No he hablado contigo ¿desde cuándo? ¿Finales de enero?

―Sí. Sí. ―Habían tenido una pequeña reunión para hablar sobre a donde habían sido destinados los fondos recaudados en Navidad―. ¿Cómo te va?

―Muy bien. He pensado en ti. Zayn y tú deberían venir a casa a cenar, hombre. A Lew le encanta tratar de impresionarte.

Hizo una mueca. ―Uh. Zayn y yo... eso. Bueno...

―¿Qué? ¡Vosotros dos llevaban juntos desde siempre! Han sido, ¿cuántos?

―Siete años. ―En realidad, también pensaba que iban a estar juntos para siempre.

―¡Jesús!

La cabeza de Harry apareció por la esquina. ―La cena estará lista en unos cinco minutos.

―Gracias. ―Asintió y suspiró―. Mira, te llamó por Harry Styles.

―¿Harry Styles? Es un buen chico. ¿Qué pasa con él? ―Era buena señal que Mickey lo conociese por su nombre.

―Lo estoy entrevistando para un puesto de canguro.

―Un puesto de can... Qué demo... ¡Oh, jodido Dios! Fue tu Ruth. Le dije a Lew que lo pensaba pero me dijo que no podía ser. ―Mickey suspiró―. Oh, Dios, Louis. Lo siento, hombre. Era una buena mujer.

―Lo era. ―La histeria burbujeaba en su pecho y se la tragó. Tenía que pasar por esto, es lo que se decía cada vez que la tristeza comenzaba a ser abrumadora―. Háblame de Harry.

―Es un buen chico. Ha sido voluntario aquí desde que tenía catorce años.

―¿Sí? Nunca lo he visto, pero mis horario... ―Realmente, colaboraba más detrás de escena cocinando para recaudar fondos, que directamente con los niños de Out-Reach.

―Mierda, Louis, no te he visto en meses. Estás ocupado. Especialmente ahora con Ruth... ¿Vas a hacerte cargo de ellos?

―Son míos. ―Por supuesto que lo eran. Era lo que quería Ruth.

―Bueno, Harry es bueno con los niños y sé que ha estado trabajando muy duro en su carrera. Si lo contratas para cuidar a tus hijos, hará un trabajo muy bueno.

―Eso es lo que me han dicho todos. ―Al parecer tenía un niñero. Gracias a Dios.

―Bueno, ahí lo tienes. Buena suerte con ellos, hombre. Y déjate ver más.

papá, papá y yo ✧ larry stylinsonWhere stories live. Discover now