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La alarma sonaba sin cesar en la mesita de noche de la habitación de Luhan, el cuál se tapó con la almohada la cabeza y pidió mentalmente "cinco minutos más".

-Aish, es horrible la escuela- reclamó apagando con brusquedad aquella alarma en su teléfono, si seguía descargando su rabia en él cada vez que podía, se quedaría sin celular.

Cuando ya estuvo de dientes limpios, cara lavada, cabello peinado y uniforme bien puesto, aplicó una fina capa de perfume en su ropa y bajó a la cocina por algo para desayunar, encontrándose para su sorpresa a un radiante Sehun sirviendo dos tazas de café con crema.

-Buenos días dormilón- habló Sehun con una sonrisa que brillaba más que el sol.

-Buenos días hyung- Luhan estaba embobado por esa sonrisa, tanto así, que ni se preocupó por saber a qué se debían sus ánimos repentinos.

-¿Listo para tu primer día de clases pequeño?- preguntó mientras acercaba la taza con cuidado de no botar su contenido.

-La verdad no, pero haré mi mayor esfuerzo para que este año sea mejor y sacaré buenas calificaciones para que estés orgulloso de mi Sehunnie!-

-Estoy seguro que este año será bueno para ti, y saques buenas o malas notas estaré orgulloso de ti, mi pequeño- acarició el sedoso cabello de Luhan mientras este soplaba inquieto el café excusándose que sus mejillas estaban rojas por el vapor que le llegaba en la cara.

-Se nos hace tarde, ¡te espero en el auto!- alzó su voz en esto último porque ya estaba saliendo por la puerta de la entrada.

Luhan se apresuró en tomar su mochila y corrió al auto porque ya iban tarde en el primer día.

Al estacionarse frente al establecimiento, Luhan no pudo evitar hacer un puchero ya que no quería bajarse, a pesar de que tuviera 20 minutos de retraso encima. La ansiedad lo carcomía por dentro y deseaba estar mil metros bajo tierra solo con pensar que tendría que ver las caras de sus amargados y molestosos compañeros de clase.

-Vamos Luhannie, la hora se pasa volando y llegarás más tarde- habló Sehun que había bajado primero y abierto la puerta para Luhan.

-Pero Sehunnie- juntó sus manos a modo de súplica mientras hacía su puchero más notorio, Sehun se estaba controlando mentalmente para no apretarlo entre sus brazos y regar besos por toda su cara para llegar a sus dulces labios y besarlos hasta quedar sin aliento, pero no, no lo hizo.

-Pero nada, vamos súbete, te llevaré en mi espalda si no quieres caminar hasta la entrada- Luhan se quedó mirando con una sonrisa ladina la espalda de Sehun que le invitaba a subirle a caballito.

Se puso la mochila y de un brinco estaba encima de Sehun afirmándose con sus brazos rodeando su cuello, desde tan cerca podía oler perfectamente el perfume mezclado con el ph de Sehun, estaba embriagado con aquel dulce olor que se le había olvidado como botar el aire.

Se encontraba tan concentrado admirando las perfectas facciones de Sehun que ni se dio cuenta cuando de un momento a otro conectaron miradas y sus caras estaban a escasos centímetros de chocar, se sonrojó violentamente y apartó la mirada tosiendo falsamente, sacándole una carcajada a Sehun, cada cosa que hiciera Luhan le parecía demasiado tierno que sentía que su corazón iba a explotar de amor por su pequeño.

Como nunca Luhan se despidió velozmente sacudiendo su mano compartido de un "nos vemos más tarde hyung" y corrió al interior del establecimiento, se sentía tan estúpido de sonrojarse hasta porque vuela una mosca, a este paso le sería difícil llevar a cabo su plan de confesársele, quedaba mucho camino por delante, incluso el aprender a amarse a sí mismo y dejar de lado las inseguridades, pero era un camino que estaba dispuesto a andar hasta el final si era por Sehun.

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⏰ Última actualización: Aug 05, 2019 ⏰

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𝑀𝑦 𝑙𝑖𝑡𝑡𝑙𝑒 𝑐𝑎𝑘𝑒; Hunhan Donde viven las historias. Descúbrelo ahora