Ahora que tengo la edad suficiente como para tomar decisiones todavía tengo esa sensación de no poder hacerlo, me siento inútil con tan solo verme a un espejo, desearía ser como otras chicas, que literalmente lo tienen fácil, tanto así que hasta ellas se percatan de eso y quieren aprovecharlo destruyendo a cualquiera solo con su físico.
Pero me he dado cuenta que en la mayoría no se puede confiar, he tomado la peor decisión de mi vida probablemente, pero aun me destruye el hecho de que el la elegido a ella mientras que yo solo me desmoronaba con cada una de las palabras que salían de su boca, no pude evitar ponerme triste, en ese momento el solo hecho de que estuviera hablando con el me daba ánimos, sentía que mis problemas desaparecían y que tan solo tenia que esperar a que el mencionara la belleza de aquella chica para que ese ambiente tan lindo que sentía hace poco se acabara por completo.
Empezó a ignorarme, en todo lugar, dejamos de mandarnos mensajes y de hablarnos con esa naturalidad, ella lo sabia y aun así disfrutaba cada vez que el la miraba con esos ojos de enamorado perdido. Deje de salir y me enfermaba constante mente, lo único que me quedaba era la imagen que tenia enfrente de todos los que me conocían, esa mirada alegre que siempre mantenía aunque en mis manos había sangre y en mis piernas se encontraban moretones. Para mi las noches ya no eran para descansar, ya que no pude volver a dormir decentemente, y las veces que podía dormirme tenia pesadillas de cuando era pequeña.
Ya se iba a terminar el año electivo y mi autoestima estaba por los suelos, cada vez que pasaba por al lado de un espejo no era capaz de mirarme como normalmente lo hacen las mujeres, sentí que no había necesidad si ya sabia que cara iba a poner siempre y cuando alguien estuviera mirando, algunos profesores se percataron de que ahora me veía mas delgada, algunos se callaban y solo unos pocos se preocuparon de mi alimentación. siempre respondía : ''Estoy comiendo bien, no hay de que preocuparse, gracias.''
Mi pasatiempo se volvió leer, y como de costumbre dibujaba alguna escena que viví en el día, o representaba por medio de una muñeca mis sentimientos.
El me envió un mensaje, lo ignore tal y como lo hizo conmigo en algún tiempo, ya no quiero ser un pedazo de pastel del cual simplemente pueden descartar.
