•#5 Beso en los labios [1]•

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Nunca había visto a alguien con tanta expresividad en su rostro, hasta que vi la cara del enano. Sus ojos se habían abierto por completo y sus mejillas, junto con sus orejas, estaban completamente rojas. A pesar de que no era una vista novedosa...

¿Podía ser más... adorable?

–¿P-por qué?- Tartamudeó. –Apenas me conoces...

Ladeé la cabeza ante su pregunta. ¿A qué se refería? ¿No se había visto al espejo? ¡Era la persona más tierna y linda que había visto en mi jodida vida! Sus brillantes ojos, su suave cabello, su insoportable manera de hacer las cosas...

–¿Recuerdas que... eh... yo soy homofó...

–Sí, eres un homofóbico de mierda. Me interrumpió. Me empujó con fuerza, así que no me quedó otra opción que darle un poco de espacio personal. –Y no sé porqué actúas de esta manera, yo...

–Ya te lo dije la noche que te conocí. Comenté. –Odio a los gays, pero tú eres especial.

–¿Por qué?

¿Podía ser más... adorable?

Jihoon desvió la mirada al escucharme. Al principio pensé que lo había ofendido, pero las simples palabras que salieron de sus labios resonaron en mis oídos. Era la primera vez que me sentía tan feliz.

–Sí, pero... nada de bromas...

Tuve ganas de abrazarlo con todas mis fuerzas. Aunque, sin embargo, como mi cuerpo aún no se acostumbraba a estar cerca de alguien como él, preferí evitar aquel movimiento. A veces los impulsos hacían muy mal. Aparte, él no querría que le vomitara encima, ¿verdad?

–Nada de bromas. Dije sonriendo. –Lo juro.

Ambos escuchamos el timbre que daba término a la penúltima clase. Antes de que pudiera decir algo, el castaño se acercó a mí y me besó en la mejilla, poniéndose de puntitas. No pude reaccionar a tiempo, ya que mi cuerpo se había puesto rígido en el lugar.

–Adiós. Susurró, para luego irse corriendo.

Con mis piernas temblorosas, tuve que subir las escaleras y caminar hacia mi aula. No entendía si mi complejo de gelatina se debía a mi estómago o mi disconformidad con ese saludo. ¿Por qué "adiós"?

¿Iba a ser la última vez que lo vería ese día? ¿No lo vería luego de clases?

¡Se supone que soy su pareja! Debía estar con él a todas horas, ¿verdad?

–Oye Daniel ¿estás bien?- Yena me estaba picando con el lápiz. Desde que ella volvió, HaNeul se sentaba con una nueva amiga que había hecho. No me quejé. –Pareces en shock. ¿Viste un fantasma?

–Algo así. Susurré. Por suerte, el profesor ni siquiera nos estaba prestando atención. –Creo que vi a mi padre.

Sentí cómo mi mejor amiga me observó con sorpresa. Era de esperarse que su boca estuviera más abierta que la de un pitón.

–¿Cómo? ¿Dónde? ¿Él no se había ido...?

Asentí varias veces.

–Me refiero a que lo vi en mí mismo. Expliqué suspirando. –No me considero gay ahora, pero tal vez en un futuro lo sea.

Sinceramente, las chicas ahora ni siquiera consiguen mi atención.

–Felicidades. Dijo solamente.

Me guardé lo que pensaba, ya que sabía lo que iba a suceder. Luego de clases, si iba a mi casa, ella llegaría con un pastel gigante con penes de chocolate y me diría "¡todos son para ti!". Nunca me pasó pero no estaría de más imaginar aquello.

Cómo dejar de ser homofóbico en 5 besos || NielwinkWhere stories live. Discover now