Internado Adolescente

Capítulo 2

Llegó el día de la gran fiesta y todo el internado de Rosewood estaba en la fiesta, había gente, la mayoría chicos, que venía de fuera incluso. Empezaron a llegar las chicas cada una con su acompañante o con grupos de amigas, mientras Christina estaba allí sentada viendo a la gente pasearse por el salón. En ese mismo momento apareció Isabel con un chico.

Isabel:

-Hey Christina, este es Mark, es mi novio.

Se dieron dos besos y se presentaron. Luego cada uno apartó la mirada y se dirigieron hacia sitios diferentes. Christina fue por un ponche y salió a pasear sola a la orilla de la casa. Allí se encontró con una de las amigas de Isabel, Agustina.

Christina:

-Hey, ¿qué tal estás, Agus?

Agustina se queda callada y lo único que hace es irse a sentar más lejos, en una gran piedra que había junto a un roble gigantesco. Christina se acerca, no sabe que hacer y le vuelve a preguntar.

Christina:

-Oye, ¿te pasa algo?¿puedes contarme si quieres? somos amigas.

Agustina:

-No, no estoy bien y no tengo porqué contarte nada, no somos amigas ¿vale?

Christina: 

-Hey, si te pasó algo no las tomes conmigo. Si estás enfadada, dímelo, pero háblame bien. Solo vine aquí a pensar en que mierda voy a hacer con mi vida, te vi y te vine a saludar. Siento haberme preocupado por ti, no te molestaré más. Igualmente no me voy a ir, no quiero estar ahí dentro con gente rara que no conozco, que me empuja y menos cuando están todos besuqueándose por ahí.

Agustina:

-Lo siento ¿vale? Perdóname, es que estoy muy enfadada  y triste.

Christina:

-¿Quiéres hablar? Soy buena para escuchar.

Agustina:

-Los típicos problemas amorosos como siempre tía.

Christina:

-¿Te cortó el novio o peleasteis?

Agustina:

-Podría decirse que sí, cortamos. Pero no es como tu piensas.

Christina:

-No te preocupes por eso, tía. Hay más chicos y no se acaba el mundo, no aún.

Agustina:

-Gracias, la verdad que me haces reír mucho, pero tía sé de que vas.

Christina:

-¿Y de qué voy? Sorprenderme.

Agustina:

-Se que esperas que te diga cualquier gilipollez, pero no. Se que vas de dura por la vida, una de esas personas que se creen que solo ellas pasar por X putadas y movidas; y después eres un amor con todo el mundo, pese a la de mierdas continuas que tienes en la vida diariamente.

Christina:

-Wow, no sé si verdaderamente hablas de mí o de ti. Somos muy iguales o has dado el en clavo conmigo. Bueno dejando eso a un lado... ¿Todo el mundo tiene sentimientos no?

Agustina:

-Oye ¿Y si nos damos un baño?

Christina:

-¿Estás de coña no? Estás loca.

Agustina:

-¡¡¡¡Venga vamos!!!!

Agustina se empezó a desvestir y de un momento a otro, ya estaba corriendo hacia el agua. Christina decidió hacer lo mismo, tenía que disfrutar de sus ratos libres fuera del internado y al ver lo bien que se lo estaba pasando Agustina no lo pensó dos veces. Se desvistió y corrió hacia ella. Estuvieron unas horas ellas solas, en aquella orilla, tranquilas charlando y sentadas cerca de una pequeña fogata que intentaron hacer con unas ramas y unas hojas que había en los alrededores, pero no la consiguieron encender. Se quedaron hasta llegar a ver las estrellas, mirando la luna con una música de fondo, la cual era de la fiesta que aún seguía. Era tarde y ya empezaba a refrescar,  Christina llevaba algo de abrigo y al notar que Agustina tenía frío, se la ofreció.  Agustina no quiso aceptar la sudadera, por lo que Christina decidió colocársela en las rodillas de ella. Se miraron y sonrieron ambas al mismo tiempo. Siguieron mirando las estrellas.

Christina:

-Oye, ya deberíamos volver a la fiesta.

Agustina:

-Sí, creo que sí . Llevamos horas aquí solas y ya es bastante tarde. ¿ya te cansaste de aguantarme?

Chrsitina:

-No te creas, no me suelo cansar de la gente tan rápido. Puedo aguantarte un poco más, no te preocupes.

Ambas echaron a reír, se levantaron y Agustina se tropieza con una perforación de la piedra y cae al suelo de rodillas.

Christina:

-Tía, estás bien, que porrazo te has metido.

Agustina:

-No seas estúpida y ayúdame. Me duele mucho.