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Mike deambulaba por ahí buscando algo que hacer, desde que Jaime no le hablaba las tardes eran algo aburridas, después de todo adoraba a Tony y le gustaba pasar tiempo con él pero con Tony todo era seriedad. Extrañaba bromear de modos estúpidos con Jaime. Ya había jugado ajedrez con otros compañeros durante varias horas y ya no tenía nada que hacer, ese era el momento en que normalmente le marcaba a sus padres pero seguía muy enojado con ellos como para hablar.

Entró lentamente a su dormitorio, Tony estaba ahí leyendo un libro sentado en su cama recargado en la pared, Mike le sonrió como saludo cerrando la puerta detrás de él y se acostó a su lado. Tony bajó el libro.

—¿Y ahora que tienes? —. Preguntó Tony

—Tengo sueño

—Son como las 8

—Ya lo sé, pero tengo sueño

—¿No piensas bañarte?

—No, cállate y sigue leyendo

Tony leía mentalmente agarrando el libro con su mano izquierda mientras jugaba con el cabello de Mike con su mano derecha. Tony veía lo tenso que estaba Mike últimamente así que esos pequeños momentos en los que parecía estar tranquilo valían mucho.

Los minutos pasaban en silencio total, Tony comenzaba a tener sueño pues él sí acostumbraba dormir temprano pero no quería mover a Mike quien había agarrado su pierna de almohada. Aguanto todo lo que pudo pero sus ojos se comenzaban a cerrar solos y su pierna estaba tan dormida que ya no la sentía.

Lo movió un poco del brazo haciéndolo despertar en seguida.

—¿Puedo quitar mi pierna? —. Preguntó Tony

Mike sólo asintió levantando un poco la cabeza.

—¿Ya te vas a dormir? —. Preguntó Mike

—Si, pero no te preocupes, quedate aquí, yo iré para allá —. Dijo Tony señalando la cama que normalmente era ocupada por Mike

Mike no contestó nada y Tony se levantó a ponerse la pijama.

Mike lo miraba desde su lugar, cada día sentía que quería más a Tony y le gustaba ese sentimiento, le gustaba saber que luego de un mal día podía ir a dormir en la pierna de alguien mientras jugaban con su cabello y se sentía querido.

Tony terminó de cambiarse y se tiró a la cama de Mike dispuesto a dormir, las cobijas olían a Mike y era algo que disfrutaba, deseaba poder dormir abrazado de Fuentes toda la noche pero no sabía que tan extraño sería pedírselo y además las camas eran tan pequeñas que a penas podías girar sin caerte.

—Buenas noches —. Dijo Mike

Tony sonrió sin contestar.
Amaba como estaba la vida.

Por la mañana al abrir los ojos Mike ya estaba levantando tendiendo su cama, llevaba su uniforme puesto pero su cabello era un desastre, Tony sonrió al pensar que se veía tierno. Mike se acercó a él y le dio un beso en la frente.

—Te veo en el comedor, preste mis apuntes de Derecho y voy a recogerlos

Mike salió corriendo y Tony se levantó, ya era tarde para ir a las regaderas así que sólo se cambió, acomodó su pelo y salió con calma. A penas iba caminando cuando encontró al director y este le pidió hablar con él. Tony maldijo para si mismo y por otro lado no quería pensar en que podría querer ahora, a menos de que Jaime hubiese abierto la boca.

Se dirigieron a la oficina donde Tony se dejó caer en la silla de mala gana.

—¿Ahora qué? —. Preguntó, se dio cuenta muy tarde que lo había dicho en voz alta

—He hablado con tus padres y llegamos al acuerdo de cambiarte de dormitorio a uno individual —. Dijo sin siquiera mirarlo

—¿Por qué? —. Casi gritó

—Porque creemos que es lo mejor para ti y tus calificaciones

—Mis calificaciones son buenas

—Pero no lo suficiente, Tony

—No, sólo quieren apartarme de todos

—Tony, debes comprender que nunca fue correcto ponerte en un dormitorio compartido y...

—¡No he hecho nada! Tengo un sólo maldito amigo, no hablo con nadie, ni siquiera volteo a mirar a nadie ¿cuál es el problema?

—Ese amigo es el problema, tú y Michael pasan mucho tiempo juntos y estamos tomando estas medidas antes de levantar cualquier sospecha

Tony a pesar de estar listo para comenzar a discutir se detuvo al darse cuenta que Mike estaba en medio de todo, si Tony abría la boca al que más le afectaría era a Mike yeso era todo lo que no quería.

—Te irás al dormitorio de Jaime y él volverá con Mike —. Dijo el director —Tony, no te estamos pidiendo que no le hables o convivas con nadie...

—... No, sólo que lo haga de lejos —. Gritó Tony conteniendo las ganas de llorar

Eso hacía todo el tiempo llorar de impotencia, sentir que siempre su vida sería controlada por alguien más y que jamás podría cambiar las cosas era horrible. Estaba seguro que cambiaría todo su dinero, todas y cada una de sus propiedades y su ropa de marca por un día de libertad, por un día sin nadie prohibiendole nada.

—Te veré después de clase para que hagas el cambio de llave con Jaime

Tony salió con los ojos llenos de lágrimas y rabia, estaba seguro que la cantidad de odio que estaba sintiendo era mucha para una sola persona, tenía ganas de incendiar todo el maldito lugar, de que sus padres y cada una de las personas que lo habían dañado se pusieran de rodillas a pedir perdón. Luego de tragarse todos sus sentimientos decidió ir al comedor.

Se quedó en la puerta mirando a Mike quién supo interpretar la mirada y se acercó a donde Tony se encontraba, ambos salieron.

—¿Qué pasó? —. Preguntó Mike

—Me acaban de cambiar de dormitorio

Hubo un silencio de varios segundos en los que Mike trataba de procesar que le acababan de decir.

—¿Por?

—Bueno... Resulta que el director sabe que...

—¿Sabe de nosotros dos? —. Susurró Mike con terror

—¡No! Pero sabe que yo no soy exactamente heterosexual y dicen que paso mucho tiempo contigo

—¡No puede hacer eso!

—Si, si puede, ya lo hizo

Mike bajo la mirada, tenía que detener todo esto, desde Jaime siendo un idiota hasta los padres de Tony tratando tan mal a su hijo, tenía que detener absolutamente todo y no sabía cómo.

this lonely world [perrentes] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora