LA FRATERNIDAD.

Capítulo 12.

- Sí, yo también lo espero - le dije con sinceridad - y... si necesitas ayuda... ya sabes donde encontrarme - después de recibir por su parte un "gracias, eso haré" me despedí de ella con una sonrisa.
Pasé media hora ayudando a los clientes y ordenando libros, cuando de repente miró detrás de mí por la ventana que hay de la tienda donde se puede observar a la gente pasear, hablar y reirse y de repente la burbuja de paz y tranquilidad que estaba empezando a sentir se esfumó cuando vi a... Adam asomarse por la ventana dirigiéndose a la puerta.¿Qué querrá ahora?

Pov Adam.

Después de que Windie se fuera a trabajar puse música en mi móvil para no aburrirme mientras limpiaba todo el estropicio que organizamos hace  apenas unas horas, después de limpiar vi una película de marvel, cuando terminé de ver la película no sabía que hacer así qué me decanté por ir al trabajo de Windie para intentar normalizar las cosas. Ninguno de los chicos me queria acompañar asi que me fui solo en el coche de Yi han que me lo prestó porque para mi desgracia mi moto estaba en el taller, cuando llegué a la tienda de libros, me encontré a Windie hablando con una chica que yo no conocía.

- ¿Como puede estar tan guapa? - preguntó en mi cabeza Raúl.

- No tengo ni puta idea - le dije como respuesta a su pregunta.

De repente (después de más de media hora esperando) ella se giró y me observó sin moverse, mientras yo me encaminaba hacia la entrada de la tienda.

- ¿Qué haces aquí Adam? - contestó ella molesta mirándome a los ojos detrás del mostrador.

- ¿Adam? Aquí no hay ningún Adam señogita cggeo que me confunde con otrga pegsona - le dije haciéndome pasar por un extranjero francés, algo qué, siendo sincero nunca se me ha dado muy bien.

- ¿Que quieres? Aún no me has respondido a mi pregunta - me dijo con voz cansada.

- Yo lo único que quiego de usted es que me hable con un poco más de gespeto si es usted tan amable, a lo único qué he venido aquí es a comprgag un librgo -  le respondí aún haciendo la gracia, ella finalmente cedió y empezó a reir.

- ¿Qué libro le gustaría comprar monsieur? - me preguntó haciendo la gracia saliendo de detrás del mostrador con una preciosa sonrisa en la cara.

- Pues... No sé, ¿cuál me gecomienda? - le pregunté haciendo como si tal cosa.

- Depende... ¿para que quiere el libro? - me dijo ella mirándome - ¿es un tema especial?

- No sé... Si a espesial se gefiege a el pegdón de una dame entonses... - me hice el pensativo en ese mismo instante, aún teniendo la respuesta ya elegida - Oui.

- Bueno, ¿cuales son sus gustos? - me preguntó siguiéndome el juego.

- Pues... Le encantan los librgos de magia y de amog.

- Entonces acompáñeme si es tan amable - me responde dirigiéndose hacia una estantería y yo la seguí.

- Este le encantará-  me aseguró poniendo en mis manos un libro de unas... ¿700, 800 páginas quizás?

- Bueno, me págese bien - y después de haber dicho esto pagué el libro y esperé fuera de la tienda a que Windie terminasé su turno para pedirle perdón e irnos a la fraternidad como sino hubiese pasado nada, o al menos eso espero, me dije a mí mismo.
Cuando acabó su turno y salió de la tienda despidiéndose de sus compañeros de trabajo con una sonrisa se dirigió hacia mí. Llevaba puestos unos vaqueros blancos con una sudadera gris y en un hombro sostenía el bolso color beige que le quedaba bien con cualquier cosa que se ponía.

- Perdóname - le dije antes de que ella pudiera pronunciar cualquier cosa, y le tendí el libro.

- Uffff... Te perdono - coge el libro de mis manos provocando que nuestros dedos se rozen y una extraña corriente eléctrica me recorriera el cuerpo, y pude notar como a ella le pasaba exactamente lo mismo que a mí porque de repente se puso recta como si le hubiesen pegado un palo a la espalda.

- ¿Has traído la moto? - me pregunta.

- No, la he dejado en el taller, pero...

- Mierda, ¿tenemos que ir en autobús? - me interrumpe antes de que le tenga que decir que había venido en coche - es que estoy cansada de venir en autobús para ser sincera, el próximo día me traigo mi moto.

- Tranquila, no vamos a ir en autobús- le digo mientras empezamos a caminar.

- ¿A no? - me pregunta provocando que suelte una carcajada.

- No.

- Entonces, ¿vamos a ir en taxi?

- Tampoco

- ¿En avión o en helicóptero? - pregunta mientras vamos bajando por las escaleras mecánicas y yo me empiezo a reír con ella por su pregunta.

- Ya lo verás cuando estemos allí - le digo.

Nos dirigimos hacia el aparcamiento y cuando ya estamos allí Windie si gira hacia mí.

- ¿Has venido en un bumquer? - me examina con la mirada.

- No.

- Dímelo ya si no quieres convertirte dentro de poco en un cadáver - me amenaza señalandome con el dedo.

- Vale, vale... Tranquila... He venido en el coche de Yi han - le dije.

- Uffff... Que bien, estoy reventada ¿sabes? - me dice caminando delante de mi buscando el coche de su mejor amiga. Sin poder evitarlo mi mirada baja hacia su trasero perfectamente formado, redondo y de un tamaño ideal para ella.

- Abre el coche Adam por favor - salgo de mi ensimismamiento y abro el coche, y Windie se mete en el lado del copiloto.

Al final Winide tenía razón y estaba cansada porque el camino que hicimos hasta la universidad en coche estuvimos en silencio, pero un silencio cómodo, y además, no discutimos durante el trayecto.

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