Todo Lo Bueno Que Hay En Mi (sterek saga #2)

Chapter 15: Alianzas y Amistades

- Pero... - apretando las manos alrededor de su arma, Tilus golpeó los brazos, piernas y torso de la escultura, destrozándola. - muérete. - golpe - ya - golpe -hijo de - golpe - puta. 

- De nada sirve apuntar a la cabeza - gritó Leonard al resto - siguen moviéndose. 

- Apuntad al pecho - gritó Steve - acabad con ellos por completo. 

Tilus se lanzó a la carga contra otros dos maniquís con palos mientras Leonard lanzaba bolas de fuego a los pechos de las figuras. Por su parte Cassidy se había separado más, ya que estaba esquivando varios machetes y motosierras a la vez que asestaba varios golpes. 

Steve al verla avisó a Leonard - cúbreme. 

Leonard se puso a disparar en todas direcciones mientras Steve se abalanzaba con una onda gigantesca contra los atacantes de la mujer. Los maniquís volaron por los aires mientras ambos brujos se ponían espalda con espalda. 

- ¿estás bien? - preguntó el hombre. 

- Si, solo son un par de arañazos - gimió la mujer concentrada en lo que pasaba a su alrededor cuando oyeron la maldición de Leonard. 

Una de las tiendas de campaña había comenzado a arder, provocando con su humo el estruendoso sonido de la alarma de incendios. Luego los aspersores comenzaron a derramar agua sobre todo y todos. 

- Buen trabajo Leonard - oyeron quejarse a Tilus. 

- Cállate. -respondió el aludido. Steve estuvo a punto de reír, pero se detuvo al oír el sonido de los maniquís acercándose de nuevo. 

- ¡con esta agua mi fuego ya no sirve! - gimió Leonard en alto para que se le oyera sobre el sonido del agua contra el suelo. 

- No creo que importe. - dijo Tilus acercándose, junto a Leonard, a los otros dos brujos - mirad. 

En efecto, los maniquís seguían armados y dispuestos, pero el agua no jugaba a su favor, siendo más torpes que los humanos, resbalaban fácilmente, cayendo nada más levantarse. 

- Ahora - ordenó Steve elevando la mano para lanzar una onda contra los maniquís en el suelo. 

Rápidamente Cassidy y Leonard le siguieron, atacando a los debilitados asaltantes con sus propias ondas, reduciéndolos a trozos de cerámica y vidrio. 

Siguieron así un rato hasta que no quedó nada más que una tienda llena de fragmentos de maniquí y armas caídas. 

Los aspersores del techo cesaron, a la vez que los brujos tomaban un respiro y se miraban entre ellos. 

- Debemos salir de aquí - sentenció tras un minuto Leonard - la alarma estará conectada con la estación de policía. - todos asintieron a la vez, mientras meditaban donde ir a esas horas de la madrugada. 

- Tal vez podríamos...- comenzó Cassidy, pero Steve alzó rápidamente la mano haciéndola callar. 

- Escuchad - susurró mirando en derredor. El sonido de arrastre había vuelto, seguido por un siseo bajo y alargado. - aquí hay algo más... 

Todos asintieron volviendo a ponerse espalda contra espalda. Todo parecía tranquilo, salvo por el ruido y los signos obvios de la lucha anterior. 

- Sea lo que sea, se está acercando - apuntó Tilus al oír el ruido cada vez más alto y claro. 

- Si - asintió Leonard - pero ¿por dónde? 

- ¿Qué hacemos? - siseó Tilus soltando su bate para coger un machete del suelo - ¿Qué es esa cosa?