I.- Encontrando al príncipe azul

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Un pequeño y lindo rubio se encontraba sentado en una de las grandes jardineras de la escuela, rodeado de rosas y siendo bañado por la delicada luz dorada del sol que acariciaba sus bellas facciones

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Un pequeño y lindo rubio se encontraba sentado en una de las grandes jardineras de la escuela, rodeado de rosas y siendo bañado por la delicada luz dorada del sol que acariciaba sus bellas facciones. A su espalda, pequeñas aves azules volaban y cantaban, dándole un aspecto mágico a la atmosfera.

El chico estaba sumergido leyendo uno de sus libros de romance y fantasía favoritos, suspirando en cada párrafo y llevándose una mano al corazón enternecido. El príncipe de la historia era tan apuesto y valiente y caballeroso y ahh, él también quería a alguien así.

Estaba por cambiar de página cuando, una pequeña ardilla bajó de un árbol y se acercó a su lado un poco temerosa. Al verla, dejó a un lado el libro, no sin antes ponerle un separador, y sacó una pequeña bellota de su bolsillo (siempre llevaba comida consigo para alimentar a los pequeños y lindos animalitos que se encontrara) y se la dio. La ardilla la tomó deprisa y mientras abrazaba la bellota con sus bracitos contenta, el rubio le acariciaba su cabeza con una pequeña sonrisa de boca cerrada en su rostro.

—Oh, pequeña ardilla, ¿crees que algún día encuentre a un príncipe azul como los de los cuentos de hadas? —soltó un pequeño suspiró mientras la ardilla volteaba a verlo, poniéndole atención—. ¿Te lo imaginas? Iríamos a cabalgar en grandes corceles y bailaríamos por horas hasta las 12 de la noche, tan romántico —se llevó sus manos extendidas a ambos lados de su rostro y volvió a soltar un suspiro, después se puso de pie con gracia y tomó a la ardilla entre sus brazos—. Por supuesto, él me acortejaría y tendríamos encuentros en secreto antes de que se presentara a pedir permiso a mis padres para salir formalmente —empezó a dar vueltas sobre sí mismo emocionado, apretando mucho y casi asfixiando a la pobre ardilla—. ¡Después, me pediría matrimonio y nos iríamos a vivir juntos por siempre! ¿No es perfecto?

Entonces, como en toda película de Disney que se respete, empezó a cantar con su angelical voz y los pajaritos azules empezaron a volar a su alrededor, cantando como acompañamiento.

Estaban montando un concierto mucho mejor que los de Broadway cuando de pronto...

—¡Baekhyun! ¿Dónde estás! ¡Ayuda! ¡Bambam se volvió a quedar encerrado en el baño! —otro rubio, pero un poco más alto, apareció de la nada espantando a los pájaros que salieron volando despavoridos por sus gritos.

Baekhyun se bajó del tronco de árbol en donde estaba alzando a la pobre ardilla para por fin dejarla en el suelo. De inmediato, esta salió corriendo, dejando hasta la bellota ahí tirada. La pobre necesitaría posiblemente terapia después de eso.

El más bajo se acercó a su amigo, tomando en el camino su preciado libro y apretándolo contra su pecho.

—Mark, ¿lo dices en serio? —preguntó preocupado—. ¿En verdad Bamban se volvió a quedar encerrado? En la quinta vez esta semana...

—Sí, dijo que estaba persiguiendo una mariposa y, ¡pum! —saltó y abrió sus brazos en un gran circulo, para darle énfasis a sus palabras—. De pronto, estaba en el baño y la puerta se cerró.

Los Kim y los Kim (EXO OT12)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora