𝐋𝐀𝐓𝐂𝐇 ━ the society.

volumen 1.

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NEW WORLD v.1
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Her.
Termino de guardar algunas cosas dentro de mi mochila, mientras hablo con mi madre que está apoyada en el marco de la puerta de mi habitación.

— Usarás mucho protector solar y repelente contra mosquitos. ¡Ah, y no olvides usar mucho desodorante!

— Bueno, ya.

Me mira con una sonrisa y se acerca a abrazarme. Creo que si voy a extrañar a esta mujer... Y ella a mi, lo sé desde que me avisó, con una triste mirada, que habían informado que todos los menores de 16 años serían llevados a acampar en las Montañas Humeantes.

Camino junto a Grizz, con los chicos por delante, hacia el autobús. Mi hombro roza con el hombro de mi mejor amigo de vez en cuando, tal vez por la vibración que emite mi cuerpo cada vez que él dice o hace algo ridículo.

— Miren.

Luke señala un escritura en el muro de la iglesia. Cuando intento interpretarlo, no lo logro.

//Mene Mene tekel Upharsin//

— ¿Qué significa eso? —digo acercándome.

— Un grafiti.

¿En serio, Clark? ¿En serio?

— Si, ya sé que es un grafiti. Imbecil —espeto pegándole una palmada en la nuca.

— La escritura en la pared... —Grizz arruga la nariz al decirlo, como casi siempre lo hace al hablar— de la biblia, en el libro de Daniel.

— ¿Como es que siempre sabes cosas que yo no? —se burla Clark.

— Significa "pesado has sido en la balanza y fuiste hallado falto".

— No, significa que alguien estaba muy drogado anoche.

Jason ríe y sigue a Clark, con Luke tras ellos. Me quedo unos segundos al ver que Grizz no se mueve. Solo observa la escritura, como tratando de descifrar porqué estaba ahí.

— Hey, es solo eso, una escritura ¿vale?

Asiente y pasa el brazo por mi hombro, y nos dirigimos al autobús rápidamente. Puedo notar como los padres de Grizz no están presentes para despedirlo, pero no me atrevo a preguntar. Quizá trabajen a horas muy bajas y por eso no pueden estar presentes, como los míos, o eso quiero creer.

Y cuando menos me doy cuenta, termino dormida en el hombro de Gareth, hasta que la luz del transporte se encienden de repente.

— Cambio de planes. El camino está cerrado por un derrumbe. Volvimos a casa.

Escucho un poco aturdida la voz del conductor. Miro a mi al rededor, veo a todos despiertos, en las mismas situaciones que yo. Me levanto, un poco mareada, dispuesta a bajarme del bus y volver a casa, cuando siento la típica sensación incómoda de que alguien está clavando sus ojos en ti. Y así era. ¿Pero... Qué hacia el pelirrojo de ojos claros mirándome? Y peor aún, ¿porqué volteó los ojos, blanqueándolos, cuando coincidimos?

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DEAROBINSON 2019