No One Compares To You. // JULIANTINA

Capítulo 6: All Eyes On Me

Pero Valentina la miro tentativamente. Ella sabía sobre el romance que tuvieron ambos el año anterior. Pamela se lo había dicho porque nunca se ocultaban nada, pero antes de terminar el año esto había acabado y Pamela prometió no volverse a acercar a él, más que lo requerrido como alumna/profesor.

— No, yo no puedo pedirte eso.

— Valen...

— No Pam. — la cortó levantándose de donde se encontraban sentadas — esto podría traerte problemas.

Pamela tiro una pequeña risa — tranquila Valentina, que sólo es Jefferson. Un simple profesor, con una esposa e hijos. No es ningún narcotraficante pesado a quien temer.

— pero...

— No te preocupes — ahora ella se puso de pie para mirar directamente a su hermana a los ojos. — yo me encargo, ¿ok?

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Un par de golpes en la puerta lo hicieron despegar su atención de la pantalla de la computadora que tenía frente a él, para mirar hacia la persona que se encontraba en la entrada de su oficina.

— Hola. — dijo la persona con una amplia sonrisa

— ¿qué es lo que se le ofrece señorita Carvajal? — respondió Jefferson regresando la atención a la pantalla.

— ¿puedo hablar con usted? — Pamela tuvo que preguntar porque frente al profesor, se encontraba su secretaria personal, una señora unos 5 años mayor que el profesor.

— No recuerdo que tengamos algún asunto pendiente señorita, así que por favor retírese porque tengo mucho trabajo aquí.

— Es sobre el ensayo que me pidió reescribir — intervino cuando el profesor empezó a hablar con la secretaria, mostrando un par de hojas que llevaba en mano — aquí lo tengo. Además me gustaría hablar sobre... — para este punto Pamela ya se había adentrado a la oficina llegando frente al escritorio y junto a la secretaria. — Los libros que nos pidió leer para el siguiente examen.

Jefferson noto la determinación de Pamela en hablar con él y sabía que la chica no se iba a ir de ahí sin hacerlo. Así que le pidió a la señora Teresa, su secretaria, que fuera a conseguir algo que comer para ambos, ya que se quedarían unas horas más en el trabajo.

— ¿qué carajos sucede con usted? — Fue lo primero que dijo Pamela haciendo bola las hojas en blanco que llevo como excusa y las tiro en la papelera. Jefferson levantó una ceja agradecido internamente con su secretaria por haber cerrado la puerta al salir.

— señorita Carva...

— ¡nada de señorita, Jefferson! Dime, ¿en que estabas pensado al armar una escena con Juliana en pleno pasillo?

— ¡Es culpa de ella que eso sucediera! — se quejó en tono acusatorio que provocó los ojos en blanco de Pamela.

— Usted debería de pensar un poquito que tiene más de perder que cualquiera de nosotras dos.

— ¿qué quieres decir con eso? — Jefferson se levantó de su escritorio y camino directo a Pamela.

Pamela por su parte no se dejó intimidar, por mucho que este hombre fuera más alto y su mirada le estuviera transmitiendo una energía muy pesada, nunca lo dejo de mirar a los ojos al momento de responder:  — Que deje en paz a Juliana.

La risotada que lanzó Jefferson retumbo hasta sus oídos de una manera incómoda. — ¿qué yo la deje? Eso díselo a ella, que no ha parado de acosarme durante y fuera de clases. Yo no fui a buscarla a ella para tener ese enfrentamiento, fue Valdés quien vino a mi con un patético plan para intimidarme.