Fui hasta la cama, me deshice de la ropa echándola a un lado y me recosté abrazando una almohada tratando de similar que era a Jungkook a quien abrazaba.
A la mañana siguiente me encontraba dándole un baño a Jiminie para llevarlo al colegio cuando escuché un portazo, entonces él salpicó todo el baño de jabón cuando supo que se trataba de su papá:

-Mami ¿puedes darte prisa? ¡Papi ha vuelto! -Le sonreí y ya iba a encender la regadera cuando Jungkook abrió la puerta del baño remangándose la camisa blanca y poniéndose de cuclillas junto a mi.

-No presiones a mami, ya estoy aquí, los ayudaré para que te vayas al cole. -Volteé a verlo, mi mirada se encontró con aquellos ojos miel, no sonreí, de hecho ninguno de los dos lo hicimos pero sentíamos en el fondo la misma felicidad por vernos de nuevo.

-¡Papi te extrañé muchísimo!

-Y yo a ti Jiminie y también a mamá. -Tomó una toalla y le secó su cuerpesito, lo vistió y avisó: -Yo llevaré a Jiminie al cole y de ahí iré al trabajo. -Besó mi frente, esos labios húmedos sobre mi piel me hicieron sentir un mundo de animales revoloteando en mi estómago, yo en cambio le di media sonrisa.

Por la tarde ya tenía a los dos hombres de la casa jugueteando y riendo como siempre por toda la casa, yo estaba preparando la cena cuando oí que Jungkook le pidió a Jiminie que fuera al cuarto de baño a lavarse las manos para cenar entonces él de acercó a mi rodeando mi cintura:

—Mía, gracias por dejarme volver, maldición todo esto había sido un martirio para mi sin ustedes, Mía por favor perdóname. —Pude sentir su nudo en la garganta crecer de a poco —Perdóname por lo que pasó y pasará.

—E-Está bien, Jungkook, ya todo está bien.

Jungkook me sonrió de lado y me ayudó a poner la mesa, esa cena tenía ese toque de serenidad que tanto había anhelado.
Cuando hubimos terminado de comer, los tres recogimos la mesa, Jungkook se puso a lavar los trastes y vio la imagen de Jin, con la mirada me preguntó de qué se trataba.

—Jin, él, él murió Jungkook, lo mataron, lo ví con mis propias manos.

—Lo siento mucho Mía. —Sentí sus brazos abrazarme y me sentí acogida por ese calor tan hermoso que hace mucho no sentía.

Cuando había llegado la hora de dormir, Jungkook fue a recostar a Jiminie, le leyó un cuento y yo solo los miré recargada en el cuadro de la puerta.
Jamás imaginé tener esta familia.
Quizás ahora si podríamos empezar de nuevo, había pensado tanto y tanto hasta tomar la decisión de decirle a Jungkook que nos fuéramos de nuevo a Europa.

[...]

Habían pasado ya cuatro días desde que Jungkook había vuelto, mentiría si dijera que no me sentía segura a su lado pero aun así cada que salía o iba a cualquier lado sentía como si alguien estuviera vigilando cada paso, cada movimiento que hacía. Ayer por la tarde había ido al mercado que se pone todas las tardes, había ido a conseguir cebollín, carne y otras compras para la comida y juraría que alguien del otro lado de la calle me veía y me seguía el paso.
Hoy tenía planeado hornear galletas y hacer chocolate caliente para cuando volviera Jiminie y Jungkook, mientras se calentaba el horno me puse a hacer la limpieza de la casa, a Jungkook nunca le había gustado la idea de contratar a alguien para que me ayudara; fui al estudio, limpié y ordené los papeles que estaban sobre el escritorio entonces vi que no había apagado ni revisado el sistema de vigilancia desde que nos habíamos ido a Corea así que puse los vídeos y revisé cada imagen para ver qué había pasado.
El primer día no pasó nada, el segundo tampoco pero en el tercero… Un hombre vestido completamente de negro se había acercado a la puerta de la entrada, azotó los nudillos tres veces sobre la madera y al ver que nadie le abría fue hasta la puerta de la cocina, antes de seguir viendo el vídeo la piel ya se me estaba erizando, sentí un frío terrible recorrer mi espina dorsal, volví a la toma, el hombre hizo lo mismo, tocó la puerta pero esta vez se acercó a la cámara aun sin dejar ver su rostro y antes de quitarse la capucha una voz detrás de mi habló:

-Hola, Mía, tanto tiempo ha pasado ¿no? -Susurró detrás de mi oreja, reconocí de inmediato aquella voz, era él, era Taehyung, vi la última toma, era Taehyung con la máscara de conejo que antes usaba Jungkook, saludaba a la cámara. -¿Te alegra verme?

No quise voltear a verlo, el miedo me consumió, él caminó hasta quedar frente a mis ojos:

-¿No piensas decir nada? -Se burló y sacó de su chaqueta una foto, la posó sobre la mesa dejándola a mi vista, era yo el día que había llegado de Corea y me había dormido abrazando la almohada, sacó otra, era yo en el mercado, una más, era Jiminie durmiendo en su camita. -Es hora de irnos, el final ya está aquí Mía.

Holaaaa ¿cómo están? Espero que genial, antes que nada una disculpa por haber actualizado tan tarde pero la universidad me está matando, bueno quiero decirles que espero actualizar muy pronto. Las quiero mucho y gracias por esperar.
—Mochi🐝💜

 ᴀʟ ғɪɴᴀʟ ᴅᴇʟ ʙᴏsǫᴜᴇWhere stories live. Discover now