Capítulo 12

11.2K 1.4K 76
                                    

¿Hammie? Se despertó al escuchar el ladrido del cachorro, que no olvidaría jamás, e intentó abrir los ojos, sintiendo los párpados muy pesados.

Se quejó en un tono bajo, y al abrir sus ojos, notó con algo de dificultad que la habitación donde se encontraba había mucha luz.

—¿Te molesta? ¿Quieres qué la apague?

—¿Boit? —pronunció confundida, abriendo los ojos mejor, girando su rostro para encontrarse con él, que estaba sentando junto a la camilla—. ¿Es un sueño?

Sonrió levemente y negó con la cabeza, apoyando una de sus manos sobre su mejilla.

—Ojalá sólo fuera una horrible pesadilla, pero no... Estoy aquí, contigo en un hospital.

—¿Hospital?

—Sí, un lugar donde hay médicos que ayudan a las personas heridas o enfermas, como un curandero, pero con mejores cosas.

—Ah...

Giró su rostro, y observó la habitación blanca, escuchando los sonidos de los aparatos a los que estaba conectada, y el ladrido de Hammie, que estaba afuera.

—¿Recuerdas lo que ocurrió?

—Sí —le dijo pasándose una mano por el rostro, intentando despertarse por completo—. Estaba en las costas de la tribu del norte, dónde me estaba quedando, y me encontré con dos tipos cuando estaba yendo a mi casa. Ellos me atacaron, intentaron violarme.

—¿Lo hicieron?

—No lo sé, intenté defenderme, pero cuando ese bastardo cayó encima mío, comencé a sentir dolores muy fuerte en la panza... Después sólo sentí algo tibio saliendo de mi, y no sé en qué momento me desmayé ¿Quién me trajo aquí?

—Un muchacho que pasaba por allí.

—Mm, entiendo ¿Por qué estás aquí, Boit?

—Unos oficiales fueron a la tribu a buscar algún conocido tuyo, para decirle lo que había ocurrido. Y cuando supe que eras tú, pedí venir a verte.

—¿Vino alguien más?

—Tú mamá.

—Ah...

Boit la tomó de una de sus manos, y ella lo miró a los ojos, expectante.

—¿Lo sabías?

—¿Qué cosa? —preguntó en un tono confuso.

—Tú... Estabas embarazada, Kiha.

La joven castaña abrió sus ojos aturdida, intentando procesar aquello que el muchacho le había dicho.

—¿Embarazada?

—Estuviste dos días dormida, la doctora-

—¿El bebé está bien? —lo interrumpió.

Boit la miró afligido, y luego bajó la cabeza, sin saber cómo decirle aquello. Los ojos de Kiha se cubrieron de lágrimas, y apretó sus labios entre sí, antes de hablar.

—¿Fueron por los golpes de ese tipo? —inquirió con rabia, secándose las lágrimas de los ojos.

—Sí, dijeron que tuviste un aborto producto de un fuerte impacto en la panza... Eran trillizos.

—¿Trillizos?

—Sí, tres bebés —le dijo con tristeza.

—¿Perdí a los tres?

—Uno de ellos fue antes de que te encontraran... El otro bebé murió anoche, esta mañana cuando te hicieron una ecografía, ya no tenía actividad cardíaca —le dijo con un nudo en la garganta, y los ojos cubiertos de lágrimas—... El bebé que queda no saben que va a pasar, la doctora dice que es muy poco probable que se salve.

Kiha respiró profundo, y luego miró en dirección contraria de Boit, sollozando. Ahora entendía porque se sentía diferente desde hacía semanas, porque tenía más hambre, y su cuerpo había cambiado.

—La doctora q-quiere que decidamos que hacer —pronunció en un tono tembloroso—... Ella dice que lo mejor es hacer un legrado, y-

—¿Eso salvaría al otro bebé?

—No, eso lo quitaría, pero no podría en más riesgo tu vida. Ella cree que-

—No —masculló derramando varias lágrimas—. Kanat'ma sabe lo que es correcto, y si ella quiere que éste bebé no nazca, entonces ella se encargará de llevárselo. No dejaré que ninguna humana acaba con su vida.

—Pero es que tú también podrías estar en peligro. Es por eso que quiere realizar la interrupción.

Kiha negó con la cabeza, y se secó las lágrimas del rostro, soltando la mano de Boit que sostenía la suya.

—No iré contra la vida, y si no vas a estar de acuerdo, entonces vete... Ni sé porqué estás aquí.

—Porque el bebé es mío también, y estoy preocupado por tí.

***

Gritó de dolor, despertando a Boit que se había quedado en la habitación con ella.

—Kiha ¿Qué pasa? ¿Qué te duele?

—Me duele, me duele mucho la panza —lloró apretando las sábanas, antes de volver a gritar.

El muchacho salió al pasillo, llamando a los enfermeros, alertándolos de lo que estaba pasando. Volvió a la habitación, y se acercó a Kiha, sin saber que hacer.

La tomó de una de sus manos, y la joven castaña se movió en la cama, llorando al sentir aquellos calambres en el vientre, los dolores punzantes en la parte baja de su espalda... Y el dolor se detuvo, al sentir algo tibio escurrirse entre sus muslos.

Boit observó la mancha que comenzaba a formarse en la entrepierna de ella, la misma que notaron los enfermeros al ingresar a la habitación.

La doctora entró luego de los enfermeros, y no dijo nada. Ella se los había advertido, pero no habían querido escuchar. Si lo hubiesen hecho cuando ella lo planteó, la pérdida hubiese sido menos traumática.

Y dolorosa.

***

Luego de la noche anterior, y de la pérdida del último bebé, Kiha se había quedado en observación durante unas horas más. La doctora había hablado con Boit, dándole las instrucciones de como seguir.

El muchacho es quien se había quedado con ella, para cuidarla. Y la joven castaña no se encontraba bien emocionalmente... En verdad tenía la esperanza de que su último bebé se salvara.

Entró a la habitación y se acercó a Kiha, sentándose a su lado.

—La doctora dice que mañana te darán el alta, pero tendrás que hacer reposo los siguientes días. Dijo también que quizás tengas sangrado los próximos días, quizás una semana, que es normal. También debes tomar antibióticos, para evitar-

—Sólo me quiero ir de aquí —lo interrumpió, sin mirarlo.

—Sí, nos iremos mañana.

—No, Boit, quiero estar sola.

Él se quedó en silencio un momento, y luego respiró profundo, mirando hacia abajo.

—Sé que ninguno de los dos esperaba esto, ni mucho menos, perderlos... Pero yo también los quise, Kiha, y tuve esperanza de que al menos uno se salvara... Y entiendo que no quieras verme, que estés molesta conmigo, pero sólo quiero cuidarte, como tú lo hiciste conmigo.

—Vuelve con Sula, y déjame sola.

—Sí quisiera irme con Sula, me habría vuelto con tu madre a la tribu ésta mañana. Quiero quedarme contigo.

...

KihaUnde poveștirile trăiesc. Descoperă acum