La Chica de las Pecas #Wattys2019

Capítulo I

La primera vez que la ví me sentí atraído como se siente un metal a un imán. Todo parecía ir a cámara lenta y solo podía verla a ella. Por donde ella pasaba la acompañaba una luminosidad que me hacía sentir vivo otra vez. Hacía mucho tiempo que no me sentía de aquella forma. Sus botas de tacón repiqueteaban en las baldosas de la biblioteca, saludo a algunos compañeros con una sonrisa hermosa y siguió su camino hacia las columnas de los libreros de lectura clásica. Pasaba con delicadeza la punta de sus dedos por los lomos agrietados y envejecidos. Sus ojos pasaban con rapidez de un libro a otro y al igual que ella eran hermosos; de un color verde intenso, brillante, como los de una muñeca. 

Una pequeña sonrisa apareció en su rostro y estiró la mano para coger el libro; Orgullo y Prejuicio. Aquello me hizo sonreír como un idiota. Más idiota me sentí cuando sus ojos hicieron contactos con los míos, me pillo infraganti observandola y sonriendo. Sus ojos me escanearon, sus mejillas se tiñeron de un leve color rosado y sus pulsaciones se incrementaron. Tuve que apartar mi vista y dejar de respirar ya que su aroma era demasiado intenso para mi, jamás en mi larga vida inmortal como vampiro había sentido un aroma como este. Sus ojos seguían clavados en mi, y en el libro que sostenía. Sentí como se acercaba a mi y alce la vista cuando se detuvo a mi lado.
- ¿Que te parece el libro? - pregunto sentandose a mi lado. No me hizo falta observar a mi alrededor para saber que todos tenían su mirada fija en nosotros. - ¿Y bien? - insistió
- Es uno de los mejores clásicos de aquella época. - Ella sonrió y por inercia yo también lo hice.
- Te doy toda la razón. Sabes, deberías hablar más y sobre todo sonreír. Tienes una sonrisa muy bonita. - dijo poniéndose de pie - Disfruta de tu lectura chico Cullen.

Y sin más desapareció de mi vista. Me sentía como un idiota. ¿Por qué cada vez que veía a esa chica me daban ganas de sonreír o de hablar con ella? No entiendo estos sentimientos que me dejan sin palabras. Realmente me comporto como un diota.

***

Al estacionar el coche en la entrada de casa me dirigí al bosque con Jasper, necesitaba con urgencia cazar, aquella chica...su olor, todo en ella me volvía loco. Tenía que hacer algo para cortar esto. No puedo poner en peligro a mi familia y menos matar a un humano. Me siento confuso; por que quiero beber hasta la última gota de su sangre pero a la vez; quiero, mejor dicho, necesito protegerla. Esto están tan confuso que lo mejor será marcharme una temporada, aclarar mis ideas y cuando sea seguro volver.

***

La decisión de Edward no alegró a su familia y menos a la chica de las pecas. El lunes por la mañana, Sophia no lo vio apoyado en el capo de su Volvo y tampoco en el 4x4 de su hermano. Se sentía incompleta y de alguna forma desprotegida. Suspiro con pesadez, y penso que quizás el chico se encontraba mal, esperaba que a la hora de almorzar o al día siguiente apareciera, pero eso no ocurrió. Pasaron semanas y Edward se había esfumado, Sophie no entendía porque su corazón se extrujaba cada vez que veía llegar a sus hermanos pero no a el. Penso en amor, pero, ¿cómo se va a enamorar de una persona con la cual casi ni ha hablado? A veces el corazón es tan impulsivo...

- Sophia - le reclamó una voz - ¿Me estabas escuchando? - le llamo la atención Tamara
- Perdona - dijo ella bebiendo un poco de su café
- ¿Por qué estás tan distraída últimamente? - pregunto su amiga dejando de lado su comida
- Es nuestro último curso. Tengo muchas cosas en la cabeza - se excusó
- ¿Tus padres te siguen presionando para que hagas derecho? - pregunto su amiga haciendo una mueca.

Joshua y Meredith Dinn, padres de Sophie, son los mejores abogados de todo Washington y California. Casi nunca están en casa, viajan por temas de trabajo y presionan a su querida hija para que siga sus pasos. Pero Sophie tiene una idea diferente de como quiere que sea sufuturo, su pasión siempre ha sido la literatura, ama leer desde que aprendió a hacerlo y desde muy joven le ha encantado escribir historias. Inventarse un nuevo mundo es una vía de escape. Al igual que leer. El echo de poder viajar hacia otros universos ficticios o no es tan fascinante que quiere convertirlo en su propio trabajo, pero sus padres no están de acuerdo. No creen que escribir novelas sea un trabajo de verdad y no la apoyan.

- No me pagaran la universidad si no hago derecho.
- Eso es una mierda - susurró su amiga - ¿Que harás?
- No lo sé - respondió observando por uno de los grandes ventanales que habían en la cafetería.

Para muchos de sus compañeros, Forks era un pueblo del cuán se tenían que escapar cuando se fueran a la universidad, muchos querían ir a California o New York, pero para Annie era un sitio de paz y tranquilidad.

***

Al llegar a casa solo podía pensar en sus ojos dorados, en lo extraños que son, pero a la vez tan hermosos. Toda su familia tienen el mismo tono de ojos pero, el de él, son tan diferentes. Al menos para mi.

Coloque un disco de vinilo y me sente en la cama para terminar un par de proyectos, aunque se me hacía un poco difícil concentrarme con ese chico dando vueltas en mi cabeza. Decidí darme un descanso y mientras baja a la cocina a por algo de merienda se me ocurrió algo que jamás había echo; buscarlo por las redes sociales, quizás, podía encontrarlo y saber si estaba bien. Quizás estaba de viaje, aunque seria un poco imprudente de su parte teniendo en cuenta que es nuestro último año. Teclee su nombre de diferentes formas, pero me salían cero resultados, busqué a sus hermanos, a sus progenitores, pero siempre obtenía el mismo resultado; nada. Se me hace extraño que no tengan ninguna red social; ni Facebook, ni Instagram, ni Twitter; absolutamente nada. Suspire agotada y comí mi sándwich sin ganas. Necesitaba saber de él. Saber que se encontraba bien.

¿Dónde estás Edward?

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(CAPÍTULO EDITADO)

Espero que la  novela os esté gustado tanto como a mi escribirla.
Pronto actualizaré.
Besos 😘😘
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