En este libro se narra desde el punto de vista de seres inanimados. No se trata al humano, se trata lo que nosotros consideramos muerto, sin vitalidad.
¿Nunca te has preguntado cómo se podrían sentir unos zapatos una vez desgastados? Acaban siendo...
Desconozco mi nacimiento, ni siquiera sé cuánto llevo vivo, sólo caí desde el cielo, desde las cómodas nubes donde dormía con demás como yo, y con quienes llegué al suelo, donde nos despedimos.
En el suelo donde me quedé encerrado viven flores, aunque dudo de su vitalidad, pues en él se reflejan, sólo se reflejan.
Cuando los Anemoi ¹ vienen, no intentan huir como yo, que decido navegar entre las líneas y curvas que el mismo suelo me proporciona; su belleza permanece intacta, no lloran, no chillan, no se tambalean como tantas flores he observado, y amado con mi ser. Sólo se reflejan.
Llevo días con ellas, y más como yo caen del cielo, confusos, por no saber en qué nuevo lugar se encuentran, pues es un lugar lleno de flores que son grises, que viven incrustadas en el suelo, encerradas.
Siempre que navego en el suelo donde encerrado estoy, siento rapidez encima de mí, e incluso seres como yo, pero que no provienen del cielo, sino de alguna otra especie de nube que no muy lejos está de donde me encuentro yo. Esos seres son ardientes, queman, duelen: ¿qué nube sufrirá tanto para dejar caer seres así? ¿no le dolerá sentirlos vivos en sí?
Siempre que navego en el suelo donde encerrado estoy, siento muerte, pues las flores que yo conocí en campos, eran de colores, y temblaban al hablar, al sentir frío, pero las flores a las que ahora riego, son grises, y no hablan, ni sienten.
Intento hallar respuesta a ello, al porqué siento muerte. Intento entender lo que tanto dicen quiénes viven encima de mí, quienes siento intensamente en mí, provocando que navegue por el temblor que causan donde ahora vivo:
- Sí que plou a Barcelona últimament, carai! ²
Y me aplastan de nuevo, mientras repiten esas palabras.
Quisiera entenderlas, para saber si pueden ayudarme a entender donde me encuentro, donde todo es gris.
¹ Anemoi: Dioses del viento.
² Catalán. Traducción al castellano: "¡Sí que llueve en Barcelona últimamente, caray!"
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