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Lo único que quiera era que alguien me apoyara con un abrazo.

Y me dijera que todo iba estar bien.

Era el único que no sabia porque los chicos me llamaban mas la atención, pero una vez me di cuenta.

Mis ojos siempre estaban enzima de el chico alto de mi clase, no podía seguirlas conversaciones de mis amigos sobre las chicas o sus enamoradas.

Y ahí fue cuando me di cuenta.

Mi gusto era diferente.

El mismo día mi padre me habia encontrado con una revista que anteriormente había comprado, de su boca salieron maldiciones que nunca nadie me había echo hasta ese día.

- ¿Como crees que pensarán todos? ¡eres una marica!

- Papá...

- ¡cállate! ¡te quiero fuera de esta casa!

- Papá...

- ¡Ahora! ¿o no entiendes?

No tuve opción, ni oportunidad de cantarle como o tan siquiera por que sucedió. El solo me echo.

Ahí fue donde encontré el trabajo que tenía.

( • • • )

- ¿Estás listo?

El mayor estaba en el marco de la puerta esperando al rubio, este asistio no tan convencido.

- No estoy seguro de esto YoonGi.

- Oye, Relájate todo estará bien, solo llegaremos y hablaremos como gente civilizada.

Juntos salieron hacia el viejo barrio del menor donde encontraron la descuidada casa color gris, simplemente deprimente. Ambos estaban frente a esta. YoonGi aseguró que el no tocaría así que tomó valor y golpeó dos veces la puerta, sus miradas estaban conectadas hasta que escucharon como abrían la cerradura.

-¿que se le ofrec...?

El señor de algunos cuarenta años guardo silencio cuando vio al rubio que se refugiaba en la sombra del abogado.

After love -YoonMinWhere stories live. Discover now