La mía es Natalia

Zacznij od początku
                                    

"Canta una canción de Julia Medina"

"Oh por Dios, esto es muy fácil. Yo soy una loca fan de Julia Medina"

Ella dijo y menciono una canción, casi al instante la música empezó a sonar y ella a cantar y bailar. Aplaudí al igual que todos,  sin pensar en lo idiota que estaba siendo con esto. ¡Me convertí en Elena! Sin darme cuenta, y me estaba gustando.

"¿Estas segura sobre solo actuar? ¡Tu puedes cantar!

Señalo el presentador. Alba hizo un gesto mirando sus uñas y todos empezaron a reír.

El presentador caso un bloque más, para contar un chiste estúpido.

Luego fue el turno de Alba, una vez más, cuando enseñó el bloque, tenía una pregunta.

"Oh bien, esto es interesante. ¿Quién es tu crush? Femenino y masculino"

Leyó el presentador. Ella hizo un gesto de sorpresa hacía el público. La pequeña diva era una estúpida, definitivamente. Entonces pensó en su respuesta.

"Déjame pensar... hmm, estoy bastante segura, mi crush masculino es Joan. Ya sabes y Joan... ¡Oh si!"

Me reí de sus expresiones.

"Oh Joan. Pero tú vas a trabajar con él en tu próximo proyecto. Vas a conocer a tu crush, Alba. Tal vez ustedes dos..."

Hizo un gesto sugerente con sus cejas, el tipo era un idiota.

"¿Y tú crush femenino?"

No pasaron dos segundos cuando ella respondió.

"El mio es Natalia"

Ella ni siquiera lo dudo o lo pensó. Tire la computadora a un lado.

—Estás loca, loca, loca— le dije a la computadora mientras Alba se reía de lo que había dicho y el presentador le preguntaba ¿Cuál Natalia? ¿La Natalia de tu camiseta? ¿La Natalia de Natalia who? Que ha invadido las redes sociales.

¡Maldita loca!

¿Ella en serio se estaba refiriendo a mí?

¡Mierda!

—¡Oh por Dios! ¡Oh por Dios! ¡OH POR DIOS, NATALIA VEN AQUÍ AHORA MISMO!— esa era Elena, tocando ruidosamente mi puerta.

¡Loca!

Mierda.

—¿Qué quieres?— cerré la computadora y fui a desbloquear la puerta. Ella, para describirla exactamente, estaba histérica.

—¡Oh por Dios! Nati, no tiene idea, Alba... Oh por Dios— seguía diciendo, corriendo alternativamente de su computadora hacía mi y viceversa.

—¿Qué ocurre?— pregunté, desinteresada pero mordiéndome la mejilla por dentro.

—Ella ha dicho... que... Natalia es su crush femenino ¡Natalia! ¡Tú! ¡Oh por Dios!— ella parecía a punto de tener un ataque y aunque quise reírme de ella, no podía.

—Está loca, esta jodidamente loca— gruñí.

—¿Por qué?— el ataque de Elena se detuvo. —Por Dios, Natalia, yo estaría muriendo si ella dijese que soy yo. Por favor, ten compasión de mí y muestra un poco de emoción, ella no ha dicho nada sobre ti, solo lo menciono muy esporádico, no te amargues— siguió diciendo, riñéndome como si yo hubiese acabado con su felicidad de hace instantes.

Suspiré.

Ella no podía andar por ahí diciendo algo como eso

*

—Estás loca, Alba. ¿En serio?— esta era la tercera persona que me lo decía. ¡No los entiendo! La entrevista fue un éxito, todos estaban divirtiéndose, a mí me pareció divertida.

—Supéralo, Miki. Supéralo— le digo, cansada, primero había sido África, luego María, ahora Miki, posiblemente no demoraría Dave, ya había visto las miradas que me ha estado lanzando desde que acabo el show.

—Hay rumores, Alba, hay rumores sobre ti y esa... Natalia, la pregunta fue perfecta para enfocarse en Joan y dar pie a la película nueva, pero tenías que decir "la mía es Natalia"— el utilizo una voz graciosa para imitarme.

Lo deje y camine, tenía que salir de ahí, ir a casa y descansar, me quedaba una semana de descanso, la siguiente tenía que reunirme con el cast de la película para iniciar el rodaje. Al menos ya no quedaba nada para los próximos cinco días.

Estaba por salir cuando Dave se paró frente a mí.

—¡No pensé! ¿De acuerdo? No lo hice, solo respondí lo primero que vino a mi mente. No ando pensando en chicas por ahí, así que simplemente lo dije. Lo siento— dije exasperada tirando las manos al aire.

—No te preocupes, Alba. No venía a reclamarte— me quede pasmada, mirándolo como si estuviese una segunda cabeza o un tercer ojo.

—No te creo— refunfuñe. —Quiero irme ¿Dónde está María? O ¿Puedo conducir yo?— los odio a todos, ya tumbaron mi buen ánimo.

—Calma, Alba. No dijiste nada malo, está bien, si hubieses mencionado a alguien famoso, tal vez lo habrían ignorado un poco más, les diste un poco más de dónde agarrar para el chisme, pero no es el fin del mundo. Está bien— eso es lo que yo llamo un regaño sutil. —Solo no vuelvas a hacerlo ¿De acuerdo?— asentí, incapaz de discutir más. —Y puedes conducir, tienes cinco días libres a partir de ahora— me dijo.

Sonreí y asentí

Generalmente no iba a ninguna parte sin María, pero estaba cansada

Mi pequeña diva-AlbaliaOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz