Capitulo 42: "Las veces que tu quieras"

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Decidió distraerse leyendo la parte que seguía de la nota "Me gustaría estar aquí para cuando te levantes, pero hay otra castaña demandando atención. PD: en la mesita dejé una pastilla que te va ayudar con las molestias, Perdóname. TE AMO".

Efectivamente el calmante junto con un vaso se agua estaban en la mesa. La artista nunca pensó que alguien iba a lograr derretirla tan sólo con un gesto. Definitivamente Poché era un sueño hecho realidad.

- ¡Buen dias a todos! – Cuando llegó a la sala recibió cinco miradas distintas. Laura la miraba como diciendo "no puedo creer que aun estés viva", la de Sam decía algo as como "Sería un buen día si hubiera podido dormir sin tener que escuchar esos gritos", Mike no miraba a Calle sino más bien a su esposa con una mirada de reproche "Te dije que elegir la habitación cerca de la de Calle y Poché era peor que la de Natalia y Valeria" y la de Juana le respondía miándolo como diciendo "Para la próxima ya lo sabemos".

 Y por último estaba la mirada de la bailarina, está costaba descifrar, era una mezcla de alegría, con... ¿tristeza?... ¿Valeria triste?

Eso era algo a lo que nadie del grupo estaba acostumbrado, era como si la mirada de su amiga dijera "Me alegro por ti pero algo no bueno me está pasando a mí".

Cuando Calle estuvo a punto de preguntar, la respuesta llegó de la mirada faltante, la de Natalia. La latina estaba tirada boca abajó en el sillón y aun seguía con la ropa de la fiesta.

- Ahí quedó desde anoche – le aclaró la futura esposa de Natalia.

- La tuvimos que entrar nosotros por que no se podía mover de la borrachera que tenía – Mike había sido el encargado de moverla.

- Con suerte no tuvo que escuchar lo que nosotros tuvimos que padecer – Juana seguía con sus remordimientos – Y por cierto no es buen día, sino más bien buenas tardes, que son las cuatro de la tarde por Dios – agregó la misma mujer.

- Si las escuché – alcanzaron a oír una leve y ronca voz desde el sillón – Es más – se levantaba del sillón como podía – si llama Mafe desde Ohio seguro es para quejarse por que ella también las escuchó – dijo para luego agregar – Dios Mio ¡Mátame, Mátame ya! – El exceso de alcohol estaba haciendo estragos en Natalia.

La verdad que la fotógrafa no sintió una pizca de vergüenza por lo que decían sus amigos, valió la pena, lo volvería a hacer, cuando quiso caminar para sentarse sintió sus piernas débiles, bueno tal vez no lo volvería a hacer ya mismo.

- Hasta raro caminas – le dijo Laura y Calle solo se limitó a sonreírle. Su vista volvió a Valeria, ahora la bailarina miraba a Natalia muy enojada, la latina sólo se limitaba esquivar la mirada de su prometida, Algo pasaba fue lo primero que se le vino a la mente. Lo segundo que pensó fue en su hija y en su novia, no las veía por la casa - ¿Poché y Beth? – Preguntó al aire.

- Fueron de nuevo hasta el cerro – contestó Juana – De hecho Poché volvió de correr justo cuando Beth se levantaba – aclaró

- Menos mal – Sam se metía en la conversación – porque hay que ver la cara del cangurín si no desayuna con su madre...

- No le digas así – Calle saltaba por su hija. El rubio giraba los ojos y la fotógrafa se perdió calculando cuanto tiempo faltaba para volver a ver a sus dos personas favoritas.

- ¿Cómo es que el bomboncito aun puede salir a correr? Yo no puedo ni moverme y eso que ni siquiera tuve sexo – se preguntó Natalia en voz alta.

- Pensamos que después de cómo la vimos salir de la fiesta a buscarte no te íbamos a volver a ver viva – Laura se interesaba en la charla.

- Que puedo decirles... Poché sabe lo que hace – Su cara provocó varias reacciones.

Cuando, donde y como el amor quieraWhere stories live. Discover now