Soy tan desorganizada como organizada.
Soy tan sistemática como espontánea.
Soy tan directa como vueltera.
Le pongo orden al desorden o a veces desordeno lo ordenado.
Detesto la gente, pero amo a las personas.
Me encanta observar el amor pero no estar cerca de él.
Necesito quien me pueda levantar del suelo, pero que me demuestre que no lo preciso para siempre.
Requiero de consuelo constantemente, sin que me digan "eres fuerte".
Quiero alguien a mi lado y conocerlo hasta el último rincón de su alma, pero que no me dé mucho de si mismo porque me alejo.
Pido demasiado, pero realmente lo que necesito, es poco... o nada.
Demuestro coraje y estoy llena de miedos.
Dicen que soy muy risueña... si tan sólo supieran las angustias que llevo dentro.
Es natural alegrar los lugares que asisto; como también lo es llenarlos de tristeza.
Les agrada mis sonrisas diarias, aunque la mayoría de ellas son muecas afligidas, escondidas por un falso gesto.
Perdono... mientras tanto desconfío.
Nunca pienso antes de hablar... tampoco sé callar cuando alguien habla.
Mientras más transparente soy, más hipócrita estoy siendo.
Nunca sé quién estoy siendo en el día y al mismo tiempo, sé exactamente quién soy.
Confía en mis palabras, pero siempre... duda de ellas.
