Prólogo: "Photograph-Ed Sheeran"

199 19 1
                                    

Prólogo

"Photograph-Ed Sheeran"

Arantza:

   

¿Qué haces cuando una realidad inesperada golpea a tu cabeza y te hace sentir que el amor de tu vida es quien menos pensabas que lo sería y de pronto, sin tú desearlo, pone tu mundo de cabeza?... Pues, realmente no hay respuesta clara. Sin embargo, me ha sucedido a mí.



     Regresar a Estados Unidos no había sido sencillo para mí, como tampoco lo había sido marcharme a Venezuela ocho años atrás. Había tenido que despedirme de mis abuelos paternos, de mi pequeño grupo de amigas y de las actividades extraescolares que tenía. Y sobre todo, había tenido que decirle adiós al patinaje y a la gimnasia rítmica. No, no había sido fácil para mí decirle adiós a todo, aunque no me consideraba popular. Desde pequeña había decidido ser diferente y me había prometido no pertenecer a un grupo tan superficial, a pesar de conocer a algunos populares. Sin embargo, a mi regreso a Asheville, en Carolina del Norte, mi vida había tenido que dar de nuevo un giro de 180° grados. Tenía que empezar de nuevo. Todo a mi alrededor había cambiado y quienes había considerado mis amistades más cercana ahora pertenecían a esos grupos que yo me había prometido no pertenecer. Sólo Emily McLachlan se había mantenido tal cuál la recordaba, aunque no podía decir lo mismo de su hermano mayor, a quien realmente nunca había tolerado, y por lo visto, mi sentimiento no cambiaría jamás.



    No había sido necesario verle a los ojos para sentir el ambiente tenso cuando saludó a mis padres, ni cuando sus ojos se cruzaron con los míos. En ellos se había visto una promesa implícita de que jamás nos toleraríamos. Seríamos como el agua y el aceite. Y algo más que yo ignoraría con el tiempo.



     ¿Con qué peso?



     ¿Acaso seríamos conscientes con el resultado de ello?



—¿Arantza? ¿Arantza, eres tú?—me preguntó Emily, haciéndome girar y verla asombrada al salir del portón de su casa y dirigirse a la entrada de mi casa.

—¿Emily?—expresé sorprendida al observar que no había cambiado mucho. Aunque solía hablar con ella por Skype.

—¡Es cierto que has regresado! Pensé que mis padres bromeaban conmigo cuando me dieron la noticia de que llegaban hoy.

—¡Ya ves!... Tampoco te mentí cuando te dije que mi padre había pedido un cambio a su antiguo puesto, después de la muerte de mi abuela Sofía...—abracé a mi amiga fuertemente, al mismo tiempo que ella hacía lo mismo.

— Asheville, no ha sido lo mismo desde que te fuiste... ¡No tienes ni idea de cuánto te he echado de menos!

—Lo imagino... Acabo de ver a tu hermano. Y me he percatado de que en nada ha cambiado.

—Es peor... Te juro que es peor... Te sigue odiando desde que lo dejaste en ridículo...

—¿Por lo que le hice al jugar una pequeña partida de Hockey sobre hielo cuando tan sólo era una niña?

—Pensó que nunca le harías una anotación... Ninguna niña lo había logrado, hasta que lo hiciste tú...

—Tenía tan sólo nueve años...—puse cara de inocente, antes de reírme— Sólo que me juzgó mal al decir que el patinaje artístico como la gimnasia rítmica hacia más tontas a las niñas. Le demostré que no era así... Por cierto, déjame presentarte a mi pequeño hermanito. A Evan.

Por Siempre En Tus OjosWhere stories live. Discover now