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Le ha costado lo suyo, pero Jean logrado hacerlo. Hacer como si nada, volver a lo suyo.

Afuera la nieve ha dejado de caer, hay un suave manto cubriendo el buzón de la entrada, pero solo es escarcha que va a deshacerse dentro de un rato más. Yuri ha despertado con más ánimos que nunca, y él ha puesto la tele como meses atras, a todo volumen y en la programación matutina que pone un mix musical bastante agradable.

Ambos han cantado un par de canciones y es que había olvidado cuan agradable era entonar we are the champions Cómo si de verdad hubiera ganado algo. Yuri se carcajea cuando el se tira al piso imitando un solo de guitarra del mismísimo Slash en November Rain. Y ambos se burlan del otro cuando pretenden saberse la coreografía de U Can't touch this de MC Hammer.

Ninguno de los dos baila bien, pero lo intentan y se divierten con ello. Para cuando se dan cuenta Jean apenas tiene 15 minutos para llegar al trabajo y apenas van sirviendo el desayuno a la mesa. No le queda de otra que llevárselo a la oficina y dejar a Yuri comiendo solo en el mesón.

Besa su frente antes de salir y se despide de potya acariciando su lomo.

-No lo olvides - le dice, cuida de Yuri.

Yuri rueda los ojos y hace una mueca de burla.

-Va a dejarme morir, y se comerá mis restos - le dice.

Jean hace una mueca de disgusto, pero le sigue el juego hasta que está fuera del departamento. Cuando enciende el auto siente que la vida ha empezado de nuevo y quizá es así. Quizá es la mejor forma de tomarlo todo.

Avanza escuchando música, llega a la oficina y el montón de papeles sobre la mesa le parece nada. Si se apura lo suficiente podrá tener todo listo antes de las 7 y quizá salga antes.

Sobre su mesa hay una foto suya y de Yuri sonriendo frente al gran edificio de la universidad. Jean lleva Toga y Yuri su sombrero y ambos sonríen abiertamente mientras Jean sostiene su título. Tiene apenas 3 años de haber sido tomada y le parece que es injusto que parezca que haya pasado mucho más. Al lado de esa y haciendo un contraste gracioso hay una con el equipo de fútbol americano de la universidad de Toronto. La mayor parte de los que sonríen desde el cuadro no hablan con el más, pero conserva la foto porque le trae buenos recuerdos.

Recuerda los almuerzos en la cafetería y los ojos verdes llenos de agresividad la primera vez que los vio. Recuerda las peleas de comida y los insultos en ruso viniendo desde otra mesa. Recuerda muchas tardes de estudio y fiestas donde el alcohol los hizo interactuar.

Recuerda los partidos de fútbol americano en los que jugó y el primero al que Yuri asistió sólo para verle a él, aunque no lo admitiera. Recuerda las nacionales, el partido del año y la sensación de ganar.

Y comprende en ese momento que el trofeo no era lo que tenía más contento. En su cabeza suena We are the champions nuevamente y siente en su estómago ese cosquilleo.

El verdadero premio vino después de la foto del recuerdo, cuando Yuri le jaló del cuello del uniforme y le estampó un beso frente a todo el equipo. Ese fue el verdadero logro, lo que había ganado. El mejor premio del mundo.

Yuri Plisetsky.

Forever [Pliroy]Where stories live. Discover now