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Ha aprendido a levantarse sin hacer ruido, sin que su presencia se note a mitad de una habitación en la que el menor ruido pareciera una batalla campal.

Potya se tira de la cama cuando le ve cruzar descalzo por la alfombra. Le sigue con sus pasitos danzarines por el pasillo hasta la cocina, se ha puesto gordo y más peludo, quizá por el invierno se dice. A pesar de los años que llevan viviendo el gato siempre logra sorprenderle.

-¿Hagamos las cosas bien el día de hoy, te parece? Esforcémonos.

Jean se inclina para acariciarle cariñosamente la cabeza. Sirve el desayuno de su compañero peludo antes que el suyo, y desayunan juntos en silencio. Antes la televisión ya estaría encendida y el probablemente estaría cantando a todo pulmón con la programación musical de la mañana.
Hace un par de meses que no es así. No lo extraña. Solo ha cambiado de hora, a una más apropiada para ello.

En el cuarto Yuri se remueve, le escucha andar hacia el baño, mover algunas cosas y luego toser. Le cuesta mucho controlar el ataque de tos y Jean le escucha jalar aire con dificultad un par de veces. Y está a punto de levantarse cuando le ve aparecer por el marco de la puerta. El ruso le sonríe como cada mañana.

- Buenos días, gatito ¿Cómo amaneciste? - la pregunta es dolorosa. El día anterior no fue el mejor de los días. Yuri se encoje de hombros, bosteza levantando los brazos y se estira como un gato junto al mesón antes de contestarle.

- Me ha aplastado un elefante toda la noche ¿Cómo crees tú? - Yuri voltea a verle de reojo y cuando se percata de que él ha captado el chiste le saca la lengua burlándose. Y camina a paso lento por un vaso de agua que ya está servido junto garrafon. La bebe lento, antes de cambiar el agua por una taza de café humeante.

Se apoya en la meseta descansando su cuerpo, mira por la ventana hacia la nieve que cubre el jardín por ahora.

-¿No se te hace tarde para ir a trabajar?

Jean se levanta, camina hacia el y cruza los brazos tras su espalda, acariciandole antes de rodear su cintura y pegarlo más a él.

- Es solo por hoy. - Le besa entonces, lento, cariñoso. Saborea sus labios, siente ese ligero sabor a menta que le deja la pasta después de lavarse los dientes, la mezcla de aquello con el café. Acaricia sus caderas y le mira antes de separarse.

-Jean- le recuerda.

-—Lo sé —. Le besa de nuevo. Una, dos, quizá tres veces. Besa su frente, su nariz, sus mejillas y su cuello antes de poder despegarse y arrastrar los pies hacia la ducha.

Potya pasa entre los pies de Yuri restregandose. La llave de la regadera se suelta mientras el toma asiento en la cocina.

Respira profundo, trata de no hacer evidente que le cuesta algo de trabajo. Repite la acción un par de veces y cambia nuevamente el café por un poco de agua.

Quizá lo mejor es que no vuelva a tomar café.

Bajo la regadera Jean suspira, deja que el agua le moje hasta las penas y recuerda la última conversación que tuvieron la noche anterior.

"Haz como si nada pasara"

Yuri había pedido aquello, bajito, como si fuera un secreto.

"Esto no está pasando. Definitivamente no está sucediendo. Así que a partir de hoy y hasta que lo inevitable llegue, quiero que sea como si nada. Quiero que sean días normales. Recuerdame así, siendo yo"

Y él no había podido negarse.

Nunca.

Nunca había podido negarle nada a Yuri.

Menos ahora.

Forever [Pliroy]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora