Pov Juliana
Nuevos comienzos, nuevas historias por venir y por contar. El inicio de un año nuevo, con la esperanza viviente y latente. Con los recuerdos vivos, jamás olvidados, pero si superados. O eso creo, tal vez un ochenta por ciento superado. A veces hay recuerdos que tocan mi puerta y es imposible no llorar. Es imposible no sentirse triste por las cosas perdidas, por las heridas que dejaron; pero luego veo todo lo que aún me queda y es suficiente para sentirme bien, para sentirme bien conmigo misma. Tal vez este año sea diferente...
_¿Qué esperas de este año nuevo?_ me preguntó Val, tomando de su copa de vino y con su otra mano sosteniendo la mía.
_Sólo quiero estar contigo_ le dije mirándola de reojo_Cuatro, tres_ miré nostálgica a mi familia, mirando cada uno de sus rostros sonrientes. Todos estábamos en el jardín de nuestra casa, mirando hacia el cielo a la espera de los dichosos fuegos artificiales; anunciando un nuevo año_ dos_ me uní al conteo retrocedido_ ¡Uno!_ gritamos todos al mismo tiempo. Haciendo un gran círculo y girando como si fuéramos unos niños. Cada quien fue a abrazar a su respectiva pareja.
_¡Feliz año nuevo mi amor!_ los fuegos artificiales no se hicieron esperar, iluminando todo el cielo. Me separé del grupo para ir a abrazar a Val, inhalando su aroma. Fundiendome en ella.
_Feliz año nuevo amor_ susurré en su oído.
_Te amo, pero llegó la mejor parte_ cierto. La mejor parte, cada inicio de un año nuevo. Hacemos intercambio de regalos, es una costumbre en la familia de los Jáuregui y ahora creo que todos la hemos adquirido_ ya quiero ver tu regalo_ dijo Val tomándose el último trago de la copa de vino, acercándose para besarme. Arrugué la nariz cuando pasó el contenido a mi boca.
_Ya se porque no me gusta el alcohol, esto sabe asqueroso_ el sabor amargo en mi boca, bajando por mi garganta. Haciendo asquearme, para nada agradable_ Y en verdad espero que te guste mi regalo_ pasé semanas pensando en un regalo perfecto, visitando todas las tiendas, joyerías. Museos, me faltó ir a un zoológico. Pero su regalo no lo coloqué con los demás, se lo daré más tarde. Cuando todos se hayan marchado y tal vez decida darle ese baile que tanto me ha estado pidiendo.
_Espero que sea un baile_ rodé los ojos, Val no hacía más nada que pedirme un baile "erótico " todos los días, a cada hora; recordándome cada segundo que es muy importante para ella y para su supervivencia en la raza humana.
_¿Están hablando de tijeras? Porque si es así quiero unirme, no creo que a Lucas le importe_
_Maggui_ ésta niña no aprende, no aprende en lo absoluto. Por Dios, no tiene freno en sus pensamientos. Me giré tratando de mirarla con mala cara, pero es imposible enojarse con ella. Maggui es de las personas que entra a un lugar e inmediatamente capta la atención de todos, no sólo por su belleza, más bien por su actitud y porque no teme decir lo que piensa.
_Cariño, ¡¿Puedo hacer un trío con las Juliantinas?!_ le gritó a todo pulmón a Lucas, quien estaba abrazando a los demás. Él se giró en cuanto la escuchó, levantando sus pulgares hacia arriba. Reprimí una carcajada cuando Maggui colocó dos dedos en su boca y sacó la lengua haciendo movimientos sumamente perturbadores.
_A mi no me importaría_ dijo Val riendo, a ella si le hace gracia. Como es una pervertida.
_¿Qué es Juliantina?_ es lo único que me interesaba de lo que había dicho. Era la segunda vez que lo decía en el día.
_Es la unión de sus ustedes dos, Juliana y Valentina. Es más que obvio_
_Eres increíble_ me lancé a sus brazos, sorprendiendola con un abrazo. El cual devolvió al instante, rodeando mi cintura, me quedé ahí un largo rato. Hasta que comenzó a bajar sus manos a mi trasero_ manos arriba Maggui_
