Capítulo 29 No quiero lastimarte

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-Vámonos o vas hacer que muera de un paro... cardiaco- me dice y me toma por la mano, nos despedimos de todos y Rosa aprovecha para abrazar de más a Alejandro, será que piensa que no la estoy viendo, los aparto disimuladamente, recogemos lo que queda de las botella y nos encaminamos agarrados de la mano, de vuelta a casa, creo que puedo sentir el peso de las mirada de mis amigas sobre Alejandro, pero esa Rosa, es un caso perdido. Se escucha de fondo "vamos pa la playa".

-Cómo es eso de patro- me pregunta mientras caminos -

-El patro es: el patrocinador, el que paga o patrocina todo... viajes, carro, salidas, etc.

-Hummm... no es pareja- sigue peguntando.

-No, ella no usa eso de pareja- digo riendo. Cambiamos el tema para seguir nuestro camino.

Cuando llegamos subimos a primer piso entre risas y tropiezos, parados frente de las escaleras se coloca de frente a mí, serio y me abraza por la cintura, me besa de una forma apasionada con sus besos duros y luego suaves, besa mi cuello mientras yo introduzco mis manos entre su camisa, baja su mano y acaricia uno de mis glúteos hasta la pierna y yo me estremezco y me tenso, y coloco mi mano sobre la de él como reacción , él lo nota, deja de besarme un momento y luego me da un puro beso en mis labios.

-Mejor vamos a dormir- me dice sin aliento- buenas noches - me besa la frente y se encamina a la terraza y me deja allí parada, sin saber ¿qué paso? Obvio con mi impulso lo asusté.

Entro a mi cuarto y parada allí pienso y pienso, claro... el sintió como me tense ante su toque, me imagino que quiso evitar que yo me volviera a sentirme como la última vez que lo intentamos; ¿será que se molestó o es que se siente tan frustrado como yo? Pienso y pienso de nuevo, coloco música en mi teléfono, se reproduce: "nunca me olvides" de Yandel y recuerdo al muchacho del accidente de hoy y no quiero espera a estar muriendo para decirle que lo amo o peor que sea él...

Dejo mi teléfono sobre la mesa de noches, bajo hasta la sala y busco las botellas donde las dejamos; voy a la cocina busco un par de vasos y saco 2 de wiski, le coloco hielo y sirvo en ellos los tragos. Subo las escaleras sin hacer ruido, entro a la terraza, Alejandro esta recostado en una de las hamacas, descuidado viendo el paisaje, con su teléfono en la mano.

Tomo aire y camino hasta el, al colocarle el vaso cerca de su rostro, nota mi llegada, se sorprende, no me esperaba, se sube un poco para quedar semi sentado en ella. Toma el vaso y me mira, yo me subo el vestido con mi mano libre para poder sentarme sobre él y en mi otra mano tengo mi vaso. El solo me mira y coloca su mano libre sobre mi cadera, yo choco mi vaso con el de él.

-Por nosotros- lo miro a los ojos, no lleva sus lentes, luego tomo de mi vaso, él me imita y no pronuncia palabra alguna aparte de "salud", es extraño verlo así. Coloco mi vaso y el de el sobre una mesita que está detrás de la hamaca, me inclino para eso y coloco mi pecho sobre su rostro siento su respiración pero nada más. Me acerco para poder besarlo y él me responde el beso, siento sus manos recorrer mi espalda de arriba abajo y yo desabrocho los botones de su camisa, uno a uno, cuando termino, introduzco mis manos dentro de ella y las subo hasta sus hombros para quitársela, pero él detiene mis manos.

-No quiero lastimarte... mejor...- me comienza a decir con su frente en la mía.

-Tu no me vas a lastimar- le digo y finalizo con- yo confió en ti- palabras difíciles de pronunciar para mí pero necesito hacerlo.

Alejandro suelta mis mano y me besa, coloca sus manos en mi espalda y baja una de ellas hasta mis glúteos me sujeta para levantarse y ponerse en pie conmigo encima de él, me aferro a él con mis brazos sobre su cuello y mis piernas alrededor de él. Me lleva a mi habitación, está sonando de fondo: "una lady como tú" de Manuel turizo ¿casualidad? No lo creo ¿una señal del destino? Quizás. De pie al frente de él, con la cama a nuestro lado, vuelvo a introducir mis manos a través de su camisa, tocando su pecho las subo de nuevo por él, hasta sus hombros y lo despojo de su camisa acariciando sus brazos fuertes, esta vez lo logro con éxito bajo su mirada intensa. El coloca sus manos sobre mi cuello y suelta el nudo de mi vestido, el cual rueda por mi piel hasta el piso, quedo solo con mi traje de baño y el en short. Coloca una de sus manos en mi cintura y la otra en mi nuca y me besa apasionadamente, acaricio su espalda jugando con mis dedos, bajo mis manos y paso por su abdomen hasta el botón de sus short, este cae, él se mueve y hace que yo me mueva con él, siento la cama atrás de mis piernas y me dejo caer con el encima de mí, me besa una y otra vez, baja hasta mi cuello, hasta mis hombros, hasta mi pecho y yo me aferro a su cuello, a su cabello, pensando solo en él y en lo que estamos haciendo. Giro sobre él y ahora yo estoy arriba y bajo por su pecho y me siento tan bien, me siento seductora, poderosa, vuelvo a subir hasta su garganta, el tira de mi cabello para que yo deje mi cuello al descubierto. En mi mente llega recuerdo de mi vida pasa pero me aferro a su cabello y hombros para no dejarlos pasar. Alejandro desabrocha la parte de arriba de mi traje de baño y yo tiemblo ante su toque en mi espalda denuda, baja su manos hasta el interior de mis piernas y me sujeto más a él. Me gira y yo quedo de nuevo bajo de él se pone a trabajar sobre mis pechos y yo clavo mis dedos sobre su espalda y hombros, luego baja sus manos por mi vientre y me quita la parte de debajo de mi traje de baño, sube su mano por mis piernas y luego entre ellas. Juguetea con su mano entre mis piernas y lucho por refrenar mi impulso de quitar su mano, trato de relajarme y disfrutar su toque y no tener el mismo final de la última vez. introduce uno de sus dedos dentro de mí y gimo ante la sensación, muerdo el labio de Alejandro y el me besa con más intensidad mientras trabaja dentro de mí, es una sensación extraña, ahora siento dos dedos y su mano acariciándome arriba, abajo dentro y afuera, y su pulgar en mi cliptoris. No sé por qué me invaden de nuevo los recuerdos de mi vida pasa, sujeto su mano para detenerlo, el cóctel de emociones es muy fuerte.

Sala de EsperaWhere stories live. Discover now