Alerta de largo
Sunjung rodó los ojos hartada mientras oía reír a Jay de forma exagerada, solamente para molestarla.
Aprovecho estar recostada sobre su pecho entre medio de sus piernas, agarró una gran cantidad de galletas y se las metió en la boca provocando que se ahogara y ella comenzara a reír.
—Ah, ya me aburrí —se quejó el mayor con las galletas que tuvo en la boca ahora en su mano, las fue comiendo de a una.
—Acabamos de poner la película —reprochó la castaña.
—Si, ya sé, pero ya se me fueron las ganas de verla —aclaró despreocupado—. Siempre tienes buenas ideas, dime que hacer ahora.
—Cerrar la boca —mandó tratando de concentrarse en la trama pero oír a Jay fingir llorar le hizo agregar algo más—. Yo fui quien sugirió lo de la película, ¿qué te hace creer que la siguiente idea que tenga no te va a aburrir?
—Confío en ti —aseguró apoyando su cabeza sobre la de ella.
—¿Quieres hablar? —preguntó divertida.
—Bueno, me gusta hablar contigo —aceptó tomando el control de la televisión para bajarle el volumen.
—Hoy me vi con Junwon, antes de venir para acá —reveló.
Ella pudo sentir, al estar sobre su cuerpo, como el del mayor se tenso, también noto los gestos nervios cuando pareció querer acomodarse mejor, sonrió por ello, a veces le producían ternura las inseguridades de Jay a pesar de que no debería ser así.
—Hablamos —agregó despreocupada, girando su cabeza para verlo, pero él tenía la vista en la tele, cuando la miro a ella sonrió.
—¿Ah si? ¿de qué hablaron? —preguntó queriendo verse relajado.
—Nosotros.
—¿Nosotros quienes? ¿tú y él? ¿o tú y yo? —indago curioso.
—Ambos.
—Oh, ¿y qué? ¿de que hablaron específicamente?
Sunjung le sonrió y beso su mejilla antes de contarle.
La castaña oía al mayor masticar las frituras que tenía dentro de su boca, eso era más entretenido para ella que la película que pusieron.
—No quiero verla —anunció mirándolo.
—Menos mal, yo tampoco —agradeció y sin culpa la saco, después la miro a ella—. Es aburrido ver dos veces la misma película.
—Yo nunca me aburro de American psycho —admitió sonriendo.
Junwon se rió como dándole la razón.
—¿Cómo has estado? —preguntó el mayor, acomodando bien su cuerpo para verla con comodidad—. Hace mucho no estamos así, sólo nosotros dos.
—Bien, de no ser así creo que lo sabrías —contestó sin mirarlo y él noto algo raro en esa acción.
—Sabes que puedes contarme lo que sea, creo que el título de amigos también nos queda bien —animó.
—¿Te gusta como estamos?
La pregunta lo extraño y lo pensó bien antes de responder con una sonrisa.
—Sabes que sí, siempre te dije que hubiera sido difícil para mi perderte, has sido y eres muy importante para mi, eres la primer ex novia que no me produce rechazo querer ver, eso demuestra lo que vales para mi —bromeó pero hablando en serio—. Eres demasiado buena como para dejar ir, pero lo nuestro, como pareja, no dio para más, así que tenerte como amiga es un alivio y una bendición.
