—Lo que pasó antes de ayer fué horrible, nos hizo ocuparnos, mato a toda su guardia y los hombres que contrató solo para demostrarte que matar con cabeza fría es la única solución...

—Lo sé, el único que estaba al tanto era Jacob.

—Y le voy a contar la verga por no decir nada el hijo de puta.

—No se la cortes, la necesito—ella me fulminó con la mirada y levantó una ceja suponiendo.

Así que me negué de inmediato.

—No, me lo he cogido... Pero el si a tocado y hasta comido—dije lo último colocándome roja y apretando los labios de vergüenza.

—¡Rata!—me gritó con alarma.

—Ay por favor tu sabes lo loca que me voy a volver si sigo así, solo necesitaba sentir algo mas.

—Entiendo— me contestó y no solo eso, me contestó en un tono en el que me hizo entender otra cosa.

—¿Quién?.

—Will.

—Estuvi...

—A punto—me dejo claro—Es que no sé, él es raro—asentí dándole la razón—Pero raro de una forma que me gusta que sea, no sé creo que son cosas mías.

Negué entre risitas.

—Aqui andan, vamonos de parche por ahí mientras nuestro vuelo sale, me quiero despedir—dijo celeste llegando junto a nosotros y estuve de acuerdo—Solo chicas.

Estuve mucho más de acuerdo.

—Tambien quiero que me ayuden a encontrar a alguien... En la escuela que esta a el inicio de las comunas había un niño que le hacían bullying y...

—¿Hablás de Paco?— me preguntó Celeste y no supe que responderle—El amiguito de Jacob...

¿Cómo?...¿Amiguito?

—Si él.

Y con eso empezamos a caminar hacia la salida.

—Vamos es a comer salchipapas, y de paso le llevamos unas a Paco a él le encantan.

—¿Salchi... qué?

Le pregunté y ella río.

—Son papas picadas con salchicha también picada, le hechas de todo tipo de salsa y hasta carne y queso derretido—me explicó Kei que al parecer sabía mucho más que yo del asunto y mi cara eso expresó por eso me contestó—Son deliciosas—me dijo por último haciandome saber que ya las había probando.

Eran aproximadamente las  ocho de la noche y entre caminar por el barrio hasta la comunas y en camino comprar las  salchipapas no se me había hecho tan peligroso como la última vez, no se si era el ambiente de confianza que todas las personas tenían con Celeste o porque a diferencia de esta vez si  iba armada.

—Oe parcera, como que ya te habías tardado de venir a dar el rocesito por aquí, ¿no?—le dijo un chico a el que ella saludo muy animada.

—Sabés que no es verdad, es más aquí les traje salchipapas pa que coman rico un rato pues—le contestó acercándose a ellos para entregarles una cuantas cajas de ellas.

Solo metí mis manos en los bolsillos y seguí contemplado la situación.

—Está vez si te rifaste marica, gracias oyó mami.

—De nada papi. Hablamos voy a dónde Paco.

Él le asintió mientras se despedía para acercarse a el grupo de sus amigos y abrir las cajas.

NERD [1] ✔️[Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora