-Hey, ¿Estás bien?- Repitió Yamaru, agachándose un poco. Realmente creo que su preocupación era fingida. En este corto periodo de tiempo ya me he dado cuenta de que no parece ser alguien muy confiable.

-Huh... Sí... je, je, je- Respondió un un poco de preocupación e incomodidad en la mirada.

-¿Cómo te has caído? Debías de estar muy cerca de la puerta para haberte caído cuando se ha abierto.- Intuyó Shido, acercándose también a él.

-No le acoséis, lo importante es que no le duela nada.- Indiqué.- Oye, hemos encontrado antes un allattamento (una enfermería en español), ¿Quieres que te llevemos allí?

-N-no... estoy bien...- El chico tenía voz fina y ligeramente aguda.

-Oye, ¿Acaso eras tú el que me estaba espiando?- El tono de Yamaru se volvió un tanto oscuro y amenazante, y no creo que fuera precisamente por accidente.

-Haha, parece que todo me tiene que salir mal...perdón, no era mi intención.- El chico se levantó.- ¡Soy Otami Itona, es todo un placer conoceros, Jeje!

-Otami... Otami... Otami... Otami Itona... ¡Eso es!- Yamaru levantó un poco el tono, que había vuelto a su color vivo e inocente.- Tú eres Distorsionista, ¿verdad?

-En efecto, fui admitido en esta extraña academia con el título de Súper Distorsionista de Preparatoria. Pero, por favor, no me pongáis calificación aún. No creáis que un talento como el mío puede definir a alguien. Nuestro trabajo consiste en todo lo contrario. Por fa-

Lírica, Nick y Shido le miraron horrorizados. Himawari le estaba lanzando una mirada fría y fulminante, mientras Tenten se alejaba lentamente. Yamaru permaneció en su sitio, dándome la espalda.

-¡N-no intentes usar tu talento contra nosotros!- Amenazó Tenten, con más miedo que otra cosa.

-Per favore, lascia che parli.- Rogué (por favor, dejadle hablar) Todos me miraron confusos- Qué dejéis que hable, por favor.

-¡No Moema! ¡No te dejes caer en su trampa!

-E - Está bien. . .

Todos, incluyéndome a mi, nos íbamos a ir por la puerta de cristal cuando la firme voz de Yamaru, resonando en toda la sala, nos detuvo.

-¡Hey! ¡Parad ahora mismo!

Todos nos volteamos. Yamaru tenía un rostro de evidente enfado, su cuerpo había adoptado una posición para retener la ira.

-¿¡Qué os creéis que estáis haciendo!? ¡¡Os habéis preocupado todos por él hasta que os habéis enterado de que era un Distorsionista!! ¿¡Sois gilipollas o qué se os pasa por la cabeza!? ¡¡Estáis siendo unos hipócritas ahora mismo, ¿O es que no lo veis?!!

-¡Aquí el único gilipollas eres tú!- Gritó Tenten, alarmada.- ¡Estás cayendo en su trampa! ¿O acaso no sabes lo que es un Distorsionista?

-Yamaru... tienen ra-

Otami fue interrumpido por Yamaru, que parecía estar a punto de estallar.

-¡Pues claro que lo sé! ¡Pero si algo me ha enseñado el ser un cazador es que no hay que juzgar un libro por su portada! ¡Y aunque me haya estado espiando sin razón aparente y sea un Distorsionista, yo no le pienso dar de lado!

-Creo que Yamaru lleva razón.- Comenté.- Lo importante en una familia es que no haya prejuicios.

-Moema, ¡ya te hemos dicho que es una trampa! ¡No puedes hacerle caso, está bajo su control!- Lírica me agarró del brazo.

-¿¡Qué control ni que hostias!? ¡Por esto o-!- Yamaru calló unos instantes, parece que iba a decir algo que mejor se callaba.-¡Por esto os digo que le dejéis al menos hablar! ¡Tened un poco de cabeza, por favor! ¡Moema tiene razón, tenemos que olvidar prejuicios si queremos encontrar una salida!

Me pregunto qué era lo que rondaba por la cabeza del cazador... Realmente hay algo que no me gusta de él.

-D-déjalo, Yamaru... no van a cambiar de parecer.- Dijo Otami tímidamente.

-Eso ya lo sé.- Dijo. Seguidamente Murmuró algo, pero no supe distinguir el Qué.- Pero oye, quizá si nos explicas por qué me espiabas pueden confiar un poco en tí.

-Está bien... Cuando me desperté en el jardín, te vi yendo a dentro del edificio. Realmente me llamaste la atención, así que decidí acercarme a tí... Sin embargo, sabía que si sabías de mi talento te alejarías así que decidí espiarte. Y cómo soy tan torpe pues... me he dado un buen golpe contra el suelo.

Yamaru le sonrió.

-Bueno pues, ya ves que no ha pasado nada. Aquí tienes un amigo, ¿vale? Y créeme que los cazadores somos los mejores amigos.

-Gracias, Jeje. -Otami le devolvió la sonrisa.

-Bueno, pues... nos vamos.- Indicó Yamaru.- ¡Bya!

-Adiós.- Dije yo, ganándome las miradas del resto del grupo.

Cuando les vimos marchar por la puerta de cristal, todos nos quedamos quietos en el sitio.

-Bueno, y... ¿dónde vamos a explorar ahora?- Intenté romper el hielo.- Quizá deberíamos ir por la puerta que Otami ha dejado abierta.

-Supongo que sí.- Afirmó Himawari.

Todos fuimos hacia la cuarta puerta, ya dejaríamos la tercera para luego.

Ante nosotros apareció una enorme sala llena de todo tipo de tecnologías: los ordenadores más modernos, televisores de pantalla plana de último modelo, las videoconsolas más recientes...

-¡Esto es perfecto! -Exclamó Lírica.- ¡Vamos a usar los ordenadores para pedir ayuda!- Se acercó corriendo al ordenador más cercano y lo encendió. Sus ojos brillaban de ilusión mientras el menú de inicio cargaba. Sin embargo, su expresión se entristeció al ver:

Sin conexión.

Todos miramos con las esperanzas por el suelo al ver la pantalla del navegador con ese mensaje.

-Tan pronto como te haces a la idea...- Suspiró Tenten.

-Supongo que no nos lo iban iban a poner tan fácil.- Comentó Shido.

-Mirad.- Llamó Himawari. - Los televisores no tienen canales, sólo sirven para jugar con algunas de las videoconsolas y ver series y películas de estos DVDs.

-Nya veo... Así que nos han aislado por completo. Nyeh... realmente son unos secuestradores muy, muy malos.

-Al menos tenemos algo para entretenernos.- Dije, con resignación.- Aunque yo no sea muy bueno en los videogiochi, podemos pasar un rato aquí.

-Sí, es cierto.- Afirmó Himawari.- Por cierto, Moema... ¿puedo preguntarte algo?

-Eh, sí, claro.

-Esas palabras extrañas que dices... estás hablando en italiano, ¿no?

-Essato.

-¿Eres italiano, por algún casual? No sé, tienes que tener un motivo para hablar en italiano.

- Sí, yo nací en Italia, pero sono stato adottato en Japón. Aunque ya fue hace muchos años, las palabras me salen solas, Jeje.

-Oh, ¿eras huérfano, Moema-kun?- Preguntó Lírica.

-Sí. No recuerdo bien desde cuando.- Respondí, demostrando que no tenía problemas en hablar del tema.

-Qué mal... lo siento.- Dijo Lírica, pareciendo un poco arrepentida de haber preguntado.

-Ah, no, ¡no es tan malo! En mi orfanato todos éramos una famiglia, y en mi nueva casa también. ¡Y además, espero que aquí también podamos serlo!

-¡Así se habla, Moema-nya!- alentó Nick.- ¡Venga, vamos a seguir explorando, Nya!

Sonreí. Realmente, íbamos a ser una gran familia...

Aunque creo que había alguien que no estaba de acuerdo.

Danganronpa Waltz : The Dark Rose Academy  (1st)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora