Hacía frío esa tarde, el viento empujaba las frágiles hojas que intentaban sostenerse de los árboles; aunque ellos tampoco se salvaban. Las temperaturas, bajas y extrañamente congeladas.
Taehyung... ~ Listen
Sí, hacía un tiempo que había empezado el frío invierno y, aunque era su época preferida, habían cosas que ya no quería. Taehyung ya no quería estar encerrado en su casa porque hacía frío; ya no quería meterse bajo las sábanas mientras tomaba un caliente café; ya no querían estar con sus amigos, ellos no lo entendían.
Ya no tenía ganas de nada, y no quería ser depresivo; era demasiado trabajo.
En ese exacto momento, él y su mejor amigo, Hoseok, estaban en el café hogareño de la esquina, conocido como "Park's Coffe", una de las cafeterías más visitadas de Seúl. Su dueño, Park Bogum, era amigo de Taehyung y por ello, tenía un descuento amistoso.
Ahí, bajo la lámpara de araña, aquella que reflejaba hasta sus penas, Hoseok y él se miraban sin saber de qué hablar. Hacía un tiempo que habían dejado de conversar sobre Yoongi era tóxico y Taehyung no se atrevía a contarle de "Dreamland" , sentía que su mejor amigo se burlaría, o peor, simplemente no diría nada sobre ello.
Algo estaba claro y era que a Taehyung, por muy inseguro que fuera, no le gustaba que su mejor amigo no opinara sobre lo que le pasaba o pensaba, porque eso lo hacía dudar y Taehyung odiaba dudar.
Por un tiempo fueron de contarse todo lo que se les pasaba por la cabeza, pero esa etapa ya estaba superada y ahora se guardaban la mayoría de las cosas para ellos.
— Y, eh... — comenzó su Hyung, intentando romper el incómodo silencio — T-Te cité aquí para hablar, ¿Sabes? Pero apenas llegaste me acobardé y... Ya no sé si sea muy bueno contarte. — Taehyung, en un acto de pura amabilidad rió.
— Ah, Hyung. No tiene que hacerlo si no quiere, pero sepa que estoy para usted cada vez que me necesite.
Esa tarde, ambos jóvenes caminaron por las gélidas y solitarias calles de Seúl, mirando a las personas que se atrevían a salir y riéndose de sí mismos por estar a tales temperaturas afuera. Por primera vez en sus vidas, ambos decidieron que fumar, de pronto, no sonaba tan mal.
Caminaron con las manos en los bolsillos hasta que encontraron, finalmente, un kioskete abierto. Era pequeño y las luces en la entrada estaban gastadas, decían "iosko", se veía que la primera "k" se había quedado sin batería.
Entraron en este, temblando y pidiendo desesperadamente por la pequeña cajita de cigarrillos. El hombre detrás de la caja los miró con algo de desaprobación, pero se las vendió de todas formas, acertando a decir que los cigarrillos mataban.
Los jóvenes caminaron nuevamente, ahora al parque del centro de la cuidad, donde se sentaron, mirándose. No sabían fumar, no y cuando lo intentaron casi se ahogaron. Aún así lo intentaron una vez más, y otra, y otra. Una vez le agarraron la mano, Hoseok comenzó lento, tomándose su tiempo, mientras que Taehyung iba algo más rápido.
Hablaban, casi escupiendose el humo en la cara, riendo y burlándose de lo idiotas que habían sido al no probar algo así antes. Entonces algo no estaba bien:
— ¿Por qué vas tan rápido, Taehyung? Ya te has acabado la caja y yo solo he probado tres.
— Porque tú fumas para calentarse, divertirte, tal vez; yo fumo para morir
No hubo conversación después de eso, solo un amistoso abrazo, una sacudida de manos y cada quien a su casa.
Esa noche Taehyung miró el techo de su habitación, pensando en cuánto quería volver con su Kookie. Le sorprendió pensar que sería mejor quedarse con él para siempre... Solo si... Si pudiera dormir para siempre.
Una
Dos
Tres
Cuatro pastillas y a dormir.
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"Cuando tienes un sueño tienes que agarrarlo y nunca dejarlo ir."
