Eight ♡

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-¡NATALIA QUE TE PONGAS ESTO, QUE LLEGAMOS TARDE!.-Dije tirándole unos vaqueros cortos, de colores claritos a la cara.

+¿Y con qué me lo pongo?.-Dijo mirandose en el espejo.

-¡Tía yo que sé! ¡Pero date prisa!.-Dije mientras me subía la cremallera de mis vaqueros oscuros.

Agarré del armario una camisa color rosa palo, y a continuación mis sandalias del mismo color.

Al final Natalia se decantó por una camisa de botones, con girasoles y un poco de transparencia.

Termirmé de peinarme, pintarme y echarme colonia, a la vez que Natalia y salí de casa.

Agarré mis llaves de la mesita de la entrada, y giré el pomo de la puerta, pero algo me detuvo.

-¡ESPERA, TÍA ESPERA!.-Gritó Natalia.

+¿QUÉ?.-La miré.

-¿Voy...voy bien?

La miré de arriba abajo y me empezé a reir.

+Vas perfecta.-Volví a girar el pomo, pero se me pasó algo por la cabeza.- No será por...

-¡CORRE QUE LLEGAMOS TARDE!.-Interrumpió mientras abría rápidamente la puerta y salía al exterior de la casa.

Ya llegabamos diez minutos tarde, para variar.

Llegamos a aquella plaza, en la que nos esperaban esos chicos idénticos del cual estoy completamente enamorada de uno.

-¡YA ERA HORA!.-Gritó Jesús cuando estabamos a apenas cuatro metros de ellos.

+Es que Natalia no conoce la puntualidad.-Dije entre risas.

Se rió y a continuación me besó.

Natalia fué a saludar a Dani y viceversa, y luego yo.

Continuamos andando, risas, más risas entre todos, besos entre Jesús y yo, y más conversaciones tontas entre todos hasta llegar a un gran paseo.

-Nos podríamos sentar en un banco y eso.-Sugerí parandome en seco.

+Vamos, no me digas que ya te has cansado.-Dijo Jesús entre carcajadas.-Anda ven.

Le miré irónica, pero a la vez me subí encima de él a "caballito".

-¡ECHAMOS UNA CARRERA!.-Sugerió Dani.

Todos aceptamos, y Natalia se subió encima de Dani.

-¡Una...dos....TRES!.-Grité con todas mis fuerzas.

Dani y Jesús comenzaron a correr con nosotras encima.

Podía notar como el cálido ambiente del verano chocaba contra mi rostro, a la vez de notar como pasabamos banco tras banco. Pasando mis manos por el cuello de Jesús cada vez más fuerte, agarrandome así más, sintiendo su cabeza contra mi mejilla, sintiendole a él.

Paramos en seco.

-¡Hemos ganado!.-Gritó Natalia.

+¡No, hemos ganado nosotros!.-Le discutió Jesús, pero de buenas maneras.

-¡Eso, eso!.-Le seguí.

+¡Que no!.-Dijo Dani, dejando a Natalia en el suelo, y apoyando sus manos en sus rodillas.

Me bajé de la espalda de Jesús.

Todos acabamos a carcajada limpia, doblados de la risa, contando cada anecdota sobre la reciente carrera.

Y es que estos momentos son los mejores, los que te faltan el aire de tanto reir, los que se te olvidan todos los malos momentos, donde simplemente vives el momento, como si fuera el último de nuestrad vidas.

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⏰ Última actualización: Sep 25, 2014 ⏰

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