Six ♡

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-¡Tia que eso no me queda bien!.- Dije tirandole de nuevo el vestido azul a Natalia.

+¡Si ni si quiera te lo has probado!.- Dijo replicando.

-¿Y esto? ¿Te gusta?.-Dije juntando una blusa rosa palo, con unos vaqueros.

+No tia, muy desarreglado.- Dijo negando con la cabeza.

-¡Dioooos! ¿Y que me pongo?.-Dije cayendo de espaldas al colchón.

Natalia se levantó de la cama, dirijiendose hacia el armario.

+Pues a ver... algo tendrás.-Dijo rebuscando en el armario.-¡Ay mira!

Me incorporé y la miré.

Sontenía en la mano un vestido veraniego, verde lima, muy bonito.

+Este es perfecto, corre, pruebatelo.- Dijo tirándomelo a la cara.

Me lo probé y sinceramente, me encantó.

-¡Me encanta!.-Dije girandome para mirarla.

Fui hacia el baño, y me planché el pelo, a continuación me lo peiné y quedó perfecto.

Me puse un poco de rimel, me pinté la raya y un ligero toque de colonia.

Las 17:55

Mis nervios aumentaban cada minuto que pasaba.

Mis extremidades empezaron a temblar, haciendome complejo de flan.

Natalia me agarró las dos manos, y me miró fijamente.

-Suerte.-Y a continuación me abrazó.

Un, dos, tres, cuatro... once escalones hasta que bajé abajo.

Me paré en frente de la puerta.

Aspiré.

Espiré.

Giré el pomo, haciendo que la puerta se abriera.

Y ahí estaba.

Jesús estaba apoyado en la puerta con una sola mano, con esa sonrisa que me ilumina.

-Guau.-Dijo embobado en mi.

Solté una carcajada.

-Ven aquí.-Dijo cogiendome de la mano.- Que buena compañia tengo esta tarde, si señor.- Dijo dandome una vuelta.

Solté otra carcajada, y aunque mis nervios a penas me lo permitían en ese momento, me digné a hablar.

+Yo tampoco me puedo quejar.-Dije mirandole de arriba a abajo a propósito.

Iba guapísimo.

Con una camisa blanca, la cual le quedaba genial, con unos vaqueros verdes.

Reímos y comenzamos a andar.

Andar, andar y andar.

Entre risas, conversaciones y mas andar, yo ya no podía más.

+¿Queda mucho? Es que quiero conservar mis pies.-Dije parandome en seco.

-Un poquito, solo un poquito más.

+Ay, que ya no siento los p...¡JESÚS!

Cuando me quise dar cuenta, Jesús me tenía cogida a caballito.

+¿Pero que haces payaso?.-Dije entre risas.

-¿No decias que estabas cansada? Pues yo te llevo.-Dijo riendose.

+¡Ay mi niño, que atento, por favor!.-Dije dandole un beso en la mejilla.

Me salió solo.

Solo tú.Where stories live. Discover now