Al llegar a la supuesta “Junta” me di cuenta de que se había transformado en un gran desorden, ahora era una fiesta.
Nick me bajó obligada del auto y me llevó al interior de la casa.
Ni si quiera pude encontrar a Jeremy para agradecerle la invitación, era un caos.
Vi como Nick y Cadie, su novia, se marchaban a un rincón de la sala y comenzaban a besarse sin control… Dios, ¿Para qué me trajo?
Salí al patio trasero de la casa y llamé a Joe.
- ¿¡Donde rayos estás!? –Exclamó a penas me contestó.
- ¡Fue Nick! –Exclamé, no podía escuchar bien con la música a todo volumen- ¡Escucha, estoy en la casa de Jeremy, por favor ven, no séqué hago aquí! –Pedí, más bien… rogué.
Solo aceptó y a los 20 minutos llegó, apenas me vio me saco al patio.
- Me dejaste solo en el baño –Dijo molesto.
- ¿Qué querías que hiciera? Que te abriera la puerta y que Nick se enterara de que me acababa de acostar contigo, no creo que quieras que tu familia se entere –Me defendí.
- Pues… ¡Pudiste haberme avisado de alguna manera! –Exclamó.
- ¡Nick me cargó a su hombro! No podía hacer nada –Me enrabié.
- Si, lo sé… ¡Porque te encanta mi hermano! –Gritó molesto.
- ¿¡Que!? –Dije incrédula frente a sus palabras- ¿¡Que estás tratando de decir!?
Ah no, Joe definitivamente colmaba mi paciencia.
- ¡Claro! ¡Te gusta Nick! Por eso siempre haces todo lo que él dice –Cruzó sus brazos.
- ¡Eres de lo peor! ¿Sabías?
- Y si soy de lo peor ¿Por qué aun estás conmigo? –Rabió.
Me quedé callada, no le respondería algo como… “porque te amo” Debía ser fuerte y notarme fría.
- ¿Sabes qué? Me largo –Dijo serio.
Se volteó y comenzó a caminar con paso decidido hacia el interior de la casa.
- ¡Oye cobarde vuelve aquí! –Grité enojada y apreté mis puños.
No se molestó en responderme, Dios, ya no lo soportaba, estaba harta de sus escándalos.
Me quedé no sécuánto rato más afuera sola, quizás esperando a que Joe reaccionara ante lo estúpido que había sido y volviera a mí, pero al parecer mi orgullo le habían ganado, frustrada y con rabia entré a la casa, lo busqué entre el mar de gente y al parecer para olvidar nuestra pequeña discusión no encontró mejor manera que pasar unos agradables momentos con una chica, vaya a saber quién era, bailando muy acaramelados.
No, no, no y yo… ahora sí que estaba enojada.
Dispuesta a irme caminé hacia la puerta cuando alguien me toma de un brazo.
- Adonde vas –Dijo mi amigo muy sonriente.
- A casa ¿Viste a Joe? Parece que ya tiene pareja, solo estorbo –Dije molesta.
- Ven, vamos… ¿Bailas conmigo? –Soltó una risita ida.
Solo arqueé una ceja, Nick no era de los muchachos que les gustase bailar.
- Dame tu aliento –Ordené.
- no, ¿Para qué? –Se alejó un poco y sonrió.
- Dame tu aliento ¡Ahora! –Reclamé, ya me estaba enojando.
Tomé su cara con ambas manos y sentí su aliento, era como yo pensaba, estaba bebido.
- ¡Nick! –Exclamé molesta.
- Vamos, no exageres, unos vasos no me harán nada.
- Claro que sí, mira cómo estás… ya, ven nos vamos ahora, no quiero que sigas bebiendo –Tomé de su brazo.
- No me quiero ir, necesito distraerme… Caddie solo sabe hacerme enojar. –Dijo molesto y se echó hacia atrás.
Lo quedé mirando y debí suponer que debería estar tan molesto como yo con Joe.
- Está bien –Suspiré.
Tomó de mi mano y me llevó a donde todos bailan.
Solo decidí distraerme y comenzar a bailar con Nick, era divertido… aunque luego de un rato se volvió incómodo, ya que se apegaba a mí y sentía su respiración en mi cuello.
- Nick… -Dije jadeante por tanto baile- ¿Vamos a descansar? –Sonreí.
- Claro –Sonrió.
Tomó de mi mano y bajamos a un sótano muy bien adornado, nada de polvo, más bien, era como una salita parte de toda la casa.
Sentí como Nick cerraba la puerta detrás de mí y me volteé hacia él.
- ¿Qué traes ahí? –Dije sin poder creer que venía con vasos y con dos botellas de cerveza.
- ¡Celebrar! –Exclamó- Vamos, un vaso no te hará nada… -Sonrió.
Lo miré nerviosa, pero luego pensé… si eso me ayudaría a olvidar a Joe por un momento, bien venido sea.
No sécuántos vasos me habré tomado, creo que una botella entera, porque ambas estaban vacías, mientras Nicholas y yo reíamos y hablábamos estupideces. - Estoy harto de Cadie –Gritó en un momento y su voz distorsionada se volvió seria. - Y yo de Joe, el imbécil se enoja por todo –Logré articular las palabras que esperaba decir. Solo comencé a sollozar, ni si quiera sabía lo que hacía. - Ya, ya… no llores –Escuché decir a mi amigo y me paró con fuerzas del piso para sentarme en un sillón- Mi hermano no sabe apreciarte. - No tampoco tu novia… -Dije con rabia. - Hayley, eres muy hermosa, no séqué haces con el… -Lo escuché musitar muy cerca de mí. - Nick, tu sabes… que… -Balbuceé al sentir su respiración sobre mis labios. Solo cerré mis ojos y a los segundos sentí los labios que nunca había probado en mi vida… era un beso violento, tomé de su rostro y sin soltarlo me estiré sobre el sillón. Mientras su lengua y la mía comenzaban una batalla interminable, sentí sus fuertes y calientes manos sobre mi piel… a medida que levantaban la polera con velocidad y sus labios bajaron por mi cuello arrastrando su lengua por este.