lee minho + han jisung contenido homosexual minúsculas intencionales
adaptación kizslatters
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día siete del noveno mes, una guitarra sobre unas piernas, dedos moviéndose angelicalmente sobre las cuerdas, una voz entregando todo lo que podía y un corazón bombeando.
la única esperanza era el latir de aquel corazón.
lee minho entonaba photograph con una sonrisa y sus párpados cerrados, deseando desde su interior que él estuviera realmente escuchando y que supiera que estaba allí a cada segundo apoyándolo y lo más importante, esperándolo.
dos años.
dos años llenos de dolor en los que miles de lágrimas se derramaron por sus ojos pero mismos dos años en los que millones de ilusiones se crearon. él tenía fe, creía en algo que no podía ver pero sabía merodeaba por las paredes de aquella blanca habitación.
— ¿te gustó? —soltó una suave risita- espero que sí, de todas formas prepararé otra para la próxima semana.
se acercó a la cama y depósito un dulce beso en su frente tragando ese nudo en su garganta para acariciar delicadamente su esponjosa mejilla y luego besar sus labios. aunque no podía ser correspondido, le gustaba sentirlo. le recordaba que aún estaba vivo, a pesar del tubo que lo ayudaba a respirar, a pesar de los sueros que lo ayudaban a alimentarse, a pesar de que no abría los ojos. él todavía se encontraba allí.
— ¿sabes cuál sería el mejor regalo del mundo? —le susurró— que despiertes, jisung. abre tus ojos.
dejó un último beso en aquella pequeña nariz y se alejó de él con tristeza. daría su vida por verlo sonreír una vez más.
— pero veo que eso no sucederá hoy —pronunció con una triste sonrisa sin obtener respuesta alguna, como siempre.
cada jueves a las cuatro y veinte de la tarde, minho se encontraba allí listo para verlo y chaeyoung, hija de uno de los tantos doctores que trabajaban en el lugar, siempre lo recibía bien y lo atendía, consiguiendo una linda amistad en ese tiempo. estremeciéndose todos los días con el gesto del chico. siempre tan puntual.
— eh, ¡lee! —lo llamó la chica desde la recepción consiguiendo su atención— ten, preparé esto —le dijo la chica mientras le extendía un termo caliente— ¡feliz cumpleaños! te deseo lo mejor en tu día. ya verás que pronto jisung abrirá los ojos, ¿si? por cierto, eso —señalo el objeto entre las manos del contrario— es chocolate caliente, siempre te vas demasiado tarde de aquí y las calles de seúl son demasiado frías en estás épocas. debes permanecer fuerte y no enfermarte, hazlo por él. ahora solo descansa que mañana será un nuevo día y podrás verlo de nuevo —dijo la rubia finalizando su pequeño discurso con una sonrisa de apoyo.
