CP5: REVELACIONES

19 0 0
                                    

Me levanté...

Y desperté en un cuarto morado oscuro con diseños góticos el ataúd tenía sábanas blancas y habían una biblioteca llena de libros y alguien en un sillón que estaba de espalda tenía duda me sentía en peligro por que no sabía donde estaba,

Me intento levantar y me voy cuenta que en mi cabeza hay un venda y cuando intente sentarme en el ataúd sentí que me dolía la costilla, me di cuenta que no tenía camisa y no la vi en ninguna parte del cuarto, sólo intente decir algo pero sólo me salió:

--quien eres? Lo dije con la voz entre cortado como

Se voltea alguien del sillón y es Diss corrió al ataúd y se sentó a mi lado y me miro con una cara de angustia pero a la ves de esperanza y me dijo:

--:Strigon te sientes mejor?.porfa no te muevas estas a un débil acuéstate de nuevo por favor!!!

No dije ninguna palabra sólo lo hice y la mire con una mirada llena de agradecimiento pero a la ves con algo de morbo, ella sólo tenía una cara de angustia pero tranquila tomó un trapo húmedo y comenzó a frotarme lo por mi cuello y fue bajando por mi cuerpo cuando llego a pectorales hizo movimientos circular es en ellos siguió bajando cuando llego a mi abdomen y no lo soporte más solté un gemido y ellas sol ese echo s reír su mirada se torno algo fuerte y seductora.

En mi mente pasaban muchas cosas, sin darme cuenta ella comenzó a componer mi sábana y no puedo evitar levantarla al alzarla lo cobija y se dio cuenta de mi erección ella la dejo caer y salió corriendo por la puerta.

Estaba destrozado por mi mente pasan todas las cosas que ella pudiera pensar de mi.

Paso como una hora y ella regresa con una piyama corta de terciopelo negro con unas medias y en sus manos un látigo

Sus labios estaban rojos fuerte, su mirada era fuerte, retórica pero a la ves pedía placer.

Pasó un par de minutos. cerró la puerta lentamente puso el seguro y comenzó a golpear el látigo en sus manos dando pasos cortos frente a el ataúd y luego me dijo:

--: Es tiempo de la tortura de placer... Lo dijo de una forma tan picara y erótica que sólo pensaba en hacerla mi.

Se subió enzima mío y Amaro una mano suya y una mía con un correa a una esquina ataúd en ese momento supe que comenzó todo:

NARRA STRIGON:

Mi boca encontró la de ella rápidamente. Podía permitirme esto. Su lengua se empujó contra la mía y mis caderas se arquearon involuntariamente contra ella en respuesta. La tenía justo donde quería, como ella me tenía.

-bajé mi cuerpo sobre ella, colocándome entre sus piernas. Me empujé contra ella y para mi sorpresa su cuerpo se empujó contra el mío-. ¿Me deseas? -Le pregunté, casi sin poder habla

-Sí. -Ella jadeó y mis caderas se flexionaron contra ella.

-¿Sí, qué? -Necesitaba escucharla decirlo.

-Sí, Señor. -Ella gimió. Tuve que alejarme de ella. Yo no sería capaz de detenerme si no lo hacía.

Ella se retorció debajo de mis labios. Sostuve sus piernas mientras movía mi boca a lo largo de la línea de su cuerpo . Las moví hacia un lado y poco a poco empecé a tentarla con mi lengua. Su cuerpo se arqueó y se empujó contra mí.

-La besé con fuerza, obligando a mi lengua entrar a su boca. Yo sabía que ella se resistiría, pero no me importó. Aquí, yo estaba a cargo. Aquí, eran mis reglas. Ella luchó contra mi boca mientras se empujaba contra mí. Moví mis caderas contra ella con más fuerza. Ella se resistió contra mí, ahora regresando mi beso con fuerza. . Presioné contra ella, dejándola que me sienta en su entrada. La besé, moviéndome dolorosamente lento. Su cuerpo se tensó a mí alrededor. Esperé a que se relajara un poco más. La besé lentamente, con ternura hasta que la sentí más cómoda, meciendo despacio sus caderas hacia mí.

-Ella gimió, arqueando su parte inferior hacia mí. Empujé una y otra vez hasta que estaba totalmente dentro de ella. Tiró del cinturón y yo me alegré de haberla asegurado firmemente. De repente me detuve, tranquilizándome dentro de ella mientras me quedaba sin aliento.

-Si voy demasiado rudo necesitas hacérmelo saber. -Le advertí. Se mordió el labio y asintió con la cabeza, pero necesitaba oírselo decir. Para asegurarme de que ella entendía-. ¡Respóndeme! -le ordené. Empujándome hacia ella, tentándola.

-Sí, Señor. -Ella gimió. No pude controlarme mientras las palabras salían de sus labios. Entré totalmente en ella, necesitaba sentirla a mí alrededor. Alcancé entre nuestros cuerpos, frotándose, desesperado por sentir sus paredes contraerse alrededor de mí otra vez. No pasó mucho tiempo. Ella se resistió contra mí mientras yo seguía el ritmo, queriendo asegurarme de que ella estaba satisfecha. Ella se apretó alrededor de mí y me empujé con más fuerza, buscando mi liberación junto con la de ella. Tiempo después me levanté me puse mis pantalones y me fui de hay, antes de irme recordé todo mi sentí bien, satisfecho la mire dormida en su ataúd y sonreí salí de su casa Dejándola a ella dormida en su habitación. Regrese a mi casa pero ya no me sentía con tantos problemas solo sentía satisfacción.

EL DESPERTAR....Donde viven las historias. Descúbrelo ahora