Pasos

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Link continuó mirando a Revali mientras que este tenía la mirada fija en el arco, no sabía decir si estaba enojado porque no lo había usado o si había alguna otra razón; por sus palabras podía pensar que había arruinado las cosas, otra vez, justo cuando estaban mejor, pero no sabía.

Soltando un suspiro se movió hasta la alacena para sacar algunos ingredientes para preparar un platillo que incluyera algo de pescado, no sabía si Revali tenía un favorito, pero a juzgar por cuan emocionada había estado esa cría de Orni cuando le preparó el salmón con salsa, asumió que era buena opción—. Iré a cocinar algo, puedes descansar si quieres.

Revali regresó la mirada a él cuando lo escuchó, viéndolo salir con los ingredientes que traía en las manos y cerrando la puerta; había visto que había un buen fuego con una cacerola afuera así que asumió que cocinaría ahí. Sabía que le estaba dando una malísima impresión a Link, el otro seguro que creía que estaba enojado otra vez, pero la verdad es que no sabía cómo lidiar con todo ello.

Estar en la casa de Link tenía un tomo de intimidad y afecto que recordaba sentir cada que invitaba al caballero a su propia casa en su aldea mientras que él y la princesa visitaban la aldea, estar en un lugar que llamas hogar le recordaba a todas esas cosas que ahora vivían solo en su cabeza, le gustaba, pero le resultaba increíblemente doloroso.

Suspirando pesadamente, se giró para darle la espalda a su arco y cojeo hasta la puerta, la pierna le dolía, pero no iba a estarlo admitiendo por lo que empezó a caminar tan normal como pudo en cuanto abrió la puerta, caminando hasta el chico que mezclaba los ingredientes con cuidado—. No sabía que aún podías cocinar. —Dijo en un intento titánico por empezar una conversación.

—Por fortuna es algo que no olvidé, —respondió lentamente, lo había escuchado salir, pero no pensó que iría a hablarle—. Lo cual es bueno, las cosas hubieran tardado más.

—¿Más que cien años? Que buen chiste, —Revali resopló, recargando las alas detrás de su espalda—, pero supongo que tienes razón, aprender todo desde cero sería muy inconveniente.

Link asintió, en muchas ocasiones se había imaginado que habría pasado si hubiera olvidado como usar cada una de las armas o domar un caballo y había llegado a la conclusión de que se habría rendido muchísimo antes de siquiera empezar; por lo menos no todo había sido malo.

El silencio se hizo nuevamente entre ambos, siendo el sonido del fuego y la cuchara rozando la cacerola lo único que se escuchaba. Link por su lado estaba dándole la oportunidad al otro de hablar lo que quisiera mientras que Revali quería explicar lo que había pasado hace unos segundos con el arco, quería que el otro supiera que le agradecía el querer conservarlo, a pesar de casi no se acordara de él, pero no pudo, las palabras se le habían atorado en la garganta y eso le hacía que las plumas se le engrifaran de coraje.

—Haré salmón con salsa, espero te guste —dijo después de que el silencio se expandió por más tiempo, mirándolo de reojo—. Había un polluelo que le encantaba.

—Así que eso hacías mientras perseguías a un montón de polluelos por la aldea, —Revali, sorpresivamente, rio mientras caminaba para sentarse cerca del árbol, manteniendo la pierna estirada—. Creí que solo perdías el tiempo.

—Claro que no, ¿no podías ver que estaba haciendo algo? —Gruñó, en ocasiones sí se ponía a jugar con los niños, pero ese no era el caso—. Terminé encontrando un santuario gracias a ellas.

—No podía ver todos los detalles, solo te veía ir y venir —dijo, más para molestarlo que para otra cosa, recargando la cabeza en el árbol—. No podía hacer muchas cosas allá arriba.

—Que conveniente —Link negó con la cabeza, pero sonrió—. Una de las hermanas se negaba a practicar la canción si no comía esto, como niña consentida.

Hope World [Revalink]Where stories live. Discover now