NO FUI YO.

2.

Ya eran las 9 p.m. y el pequeño Jimmy no volvía a casa, su madre angustiada preguntaba a todos por su hijo y nadie le daba razón de él. La niña de caperuza roja pasaba por su lado con calma. Siempre era así, la misma asquerosa historia cada vez que iba al bosque. El niño o niña desaparecía, sus padres lo buscaban como locos y al final siempre se daban por vencidos. Ya no lo aguantaba más, era tan monótono que la enfermaba. Bastaron solo 30 días para que los padres de Jimmy dejaran de buscarlo y justo en ese momento era cuando la niña debía volver al bosque a cenar. Pero esta vez iba a ser diferente.

Ella preparó su canasta, se colocó su caperuza roja y sus botas para la lluvia y salió puntual para el bosque a las 9 a.m.

Corrió lo más rápido que sus pies le permitían y llegó a la pequeña casita en tan solo 5 minutos.

- ¡Hoy llegas temprano! Déjame adivinar... Hoy es una niña ¿no?, vas a decorar la casa con flores de colores como cuando trajiste a Jessica ¿cierto?

La niña no respondía nada.

- ¡Que bien! Hace mucho que se me antojaba carne blanda. ¡Esto va a ser un banquete!

La niña lo miraba con odio puro y dijo fríamente.

- Tú... tú eres el culpable - Las lágrimas resbalaban por sus mejillas. - Si tu no hubieses aparecido ese día nada de esto estaría pasando.

- Para que te quede claro, yo no fui el que mató a sus padres. - Dijo la figura volteándose hacia la niña.

- ¡Caímos por un precipicio! - Gritó furiosa.

- Fue tu culpa, ellos te protegieron con sus cuerpos y murieron por salvarte.

La niña quedó en silencio.

- JAJAJA, es de verdad de enfermos comerse a las personas que te salvaron la vida solo porque tenías hambre. Yo simplemente llegué en el momento justo para disfrutar a tu lado la deliciosa carne de tus padres. - Dijo la figura de pelaje negro. Su forma de hablar era tan cínica que la niña de caperuza roja no aguantó más y se abalanzó con un cuchillo sobre él logrando desgarrar su cuello de un movimiento.

La figura gritaba de dolor y se ahogaba en su propia sangre. Poco a poco fue tranquilizándose y dando una última bocanada de aire dijo:

- Niñita tonta... tu sabes que te vienes conmigo... Tu y yo somos y seremos siempre uno. - Y dicho esto expiró.

°°°

El pueblo cansado de la desaparición de niños buscó encontrar la respuesta de todos esos casos. La última en perderse fue la niña de caperuza. Todos iniciaron la búsqueda, pero solo uno de los aldeanos entró al bosque. El leñador del pueblo caminó y caminó hasta llegar a la pequeña casa, la puerta estaba entre abierta, él la empujó y al hacerlo se encontró con la escena mas horrible que había visto en su vida.

La niña de caperuza roja se encontraba en el piso con su garganta cortada y con un cuchillo en mano, el leñador pasó de ella y se dirigió a la mesa donde se encontraba el cadáver de un niño en descomposición, luego fue hacia la canasta, la abrió y encontró una pequeña nota que decía:

"No fui yo, fue el Lobo."

Fin.