Parte II

200 49 14
                                        

POV Yoongi


Resulta que para sanar ciertas penas de amor se necesita un poco de aislamiento, un par de teclas blancas y negras, melodías de medianoche y cafés por montones. Aquello nunca había sido un problema para mí. Me sentaba bien la soledad. Sin embargo, la arista problemática de aquella comodidad quedaba media suelta en cuanto Jungkook había ocupado un lugar tan especial y preferencial en mi vida, que su ausencia me sumía más al fondo de lo que creía era un hoyo sin fondo.

Después de que Jin se despidiera, la soledad se sintió aún más pesada, casi como una densidad en el aire obstruyendo mis fosas nasales sin posibilidad de respirar normalmente. No era que le extrañara, era sólo que me había acostumbrado a sus largos y eternos monólogos acerca de algo absurdo, o quizás de algo inteligente a lo que nunca presté atención, enfocándome más en el brillo latente en sus pupilas cuando algún mísero rayo de sol se asomaba para iluminarlos. Nada especial.

Los días siguientes trabajé como un desquiciado. Releyendo fichas médicas de mis pacientes en la consulta, oyendo sus problemas, preocupaciones. A veces me sorprendía de mi capacidad de poder ver desde un enfoque distinto, aportándoles algo de esperanza en aquellas tormentas, cuando lamentablemente era incapaz de resolver las musarañas en mi cabeza. También revisé pruebas de la catedra que impartía en la universidad, y a veces herido, enojado, remarcaba más las hojas con la pluma al punto de haberlas rasgado un poco.

En el fondo no entendía la razón precisa de por qué estaba tan enojado. Se suponía que era porque de un momento a otro todo en mi vida se había ido tan repentinamente al carajo que ni tuve tiempo de caer bien parado. Me sentía tan escuálido, con el cuerpo cortado y más pálido que de costumbre que comencé a asustarme de todo aquello que había empezado a acumular dentro de mi pecho. Que ya no era por Jungkook. No era precisamente él, ni el hecho de que hubiese decidido dar por terminada nuestra relación. Yo entendía sus razones y las había entendido incluso antes de comenzar lo que teníamos.

Así que, cuando llegó fin de mes y el frío era intenso, y el aire helado se colaba por mis orejas, saliendo de una clase en la universidad entré a un bar. De precios módicos, hecho para estudiantes en un barrio universitario apto para ir a pasar las frustraciones de una mala calificación, o en su defecto para ir a golpear la barra para pedir una y otra vez una copa de vino tinto.

Debí haber ido a casa a meterme bajo las mantas, pero ahí estaba, con la garganta hirviendo y las mejillas calientes incapacitado para poder detenerme.

Pensé en Jungkook, e imaginé tenerlo a mi lado. Tal vez sonreiría, me seguiría la corriente y se emborracharía, aunque no era bueno para beber. Después, acariciando el cristal de la copa y divisando a penas un rayo de luz reflejada en el tinte escarlata pensé en Jin. Le imaginé contándome algún chiste, riendo amplio y fuerte, y yo reprimiendo los músculos de mi cara para que creyera que nada de lo que dijera podría causarme gracia. Extrañé sus gestos, y sus labios abultados. No porque fueran particularmente atractivos, sino por el gesto casi invisible que hacía luego de reír. También extrañé la nostalgia al esquivar su mirada, y aquellos misterios que no me atreví a descifrar.

Pero también me extrañé a mi mismo, siendo más honesto, más sincero. Y extrañé poder decir las cosas. Y sentí un poco de traición, casi como un aguijón en el corazón, enterrándose profundo. Porque me había dado cuenta de que, no era honesto ni certero con lo que hacía y pensaba desde hace tantos años. Siempre había pensado más en Jungkook que en mí, anteponiéndolo incluso cuando estaba quebrado por dentro de tanto callar una y otra vez. El amor que sentía por él, entender los motivos de nuestra separación, entender que en el fondo había amado más a Jimin que a cualquier otra persona que conociese o llegara a conocer. Y no le odié, sino que me odié a mí mismo.

Egoistic [YoonJin] IYWM TwoShotWhere stories live. Discover now