Capítulo 3: Nothing Seemed To Go Well

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— Hola, Chivis — reaccionó Pamela acercándose a la señora para abrazarla — por favor no me llames por mi nombre — le susurro en el oído antes de soltarla. Chivis fruncio en ceño y miro a Juliana.

— Hola, mucho gustó, me llamo Juliana. — se presentó por si misma cuando vio que Valentina no lo haría, la empleada solo sonrió y Pamela también al finalmente obtener un nombre sin la necesidad de preguntar.

— bueno, vamos a estar en mi habitación, qué nadie nos interrumpa — dijo Pamela tomando la mano de la otra para subir por las escaleras. Cuando estuvieron arriba la metió al cuarto y cerró rápidamente tras ellas. — deberías sentarte. — sugirió caminando hacia el escritorio que tenía porque sobre el, se encontraba un marco con la fotografía de Valentina y ella, así que lo tomo y lo escondió discretamente en el cajón. — ¿quieres algo de tomar? — cuestiono mirando alrededor para ver si no había otra imagen, que bueno que no compartía habitación con Valentina, porque ella si que tenía unas cuantas de ambas por toda su habitación.

— ¡hey! ¿estas bien? — Pamela se sobresalto cuando la mano de Juliana tocó su hombro.

— ¿decías algo?

— decía que... ¿estás bien? Te ves algo distraída. — Pamela asintió errática — creo que lo mejor sería irme, así descansas un poco. — Juliana tomo su mochila en hombro y sonrió hacia ella antes de girar para dirigirse a la salida.

"que bonita sonrisa" pensó Pamela al mismo tiempo que suspiro y corrió para detener nuevamente una huida, ¿porque está chica tenía tantas ganas de irse?.

— espera Juliana, tenemos que hablar. — la tomo del brazo llevandola a su cama con una extraña sensación al mencionar por primera vez su nombre como si ella fuera Valentina. No entendía muy bien el porque, pues muchas veces habían hecho esto de hacerse pasar por la otra, después de todo eran gemelas ¿no? Y tenían que aprovecharse de aquello.

— ¿te cambiaste de ropa? — Juliana pregunto reptinamente

— ¿como?

— Está mañana ibas vestida diferente, o eso recuerdo yo...

— oh — murmuró en respuesta mirándose a si misma. "Si que era observadora" — si, es una historia larga pero me llevo a tener que cambiarme en... bueno, la escuela, ahí tenía ropa de sobra y eso. — Juliana asintió.

— ¿entonces de que quieres hablar?

Pamela suspiro internamente, aliviada porque su mentira fue creída — Lo que pasó con Jefferson.

— oh si, dime ¿lo vas a denunciar? Porque con gusto me presento contigo como testigo. — Pamela tuvo el impulso de rodar los ojos, pero por supuesto que está era amiga de su hermana, en su lugar sonrió y tomó asiento.

— en realidad preferiría olvidar por completo todo.

— ¿olvidar?

— si, lo de hoy fue... un accidente.

— ¿accidente? Le llamas "accidente" a la forma en que te tomo y lastimó ¿es enserio?

— Jefferson y yo hablábamos sobre una calificación que no me gustó, yo lo presione demasiado y...

— Lo estás excusado por la forma en que te trato. No lo puedo creer — rió sin una pizca de gracia.

— ¿pero quien diablos te crees tu? — Pamela se levantó molesta — Al fin de cuentas yo puedo hacer lo que quiera y si decido no contar nada es mi decisión. Lo único que te estoy diciendo es que quiero que olvides todo y ya.

— Eso no está bien.

— !No me importa! Yo no te pedí que intervinieras y en definitiva hubiera sido mejor que no te hubieras metido. — Mintió. Y lo hizo porque por mucho que había estado aliviada cuando la extraña, Juliana, apareció de la nada para defenderla del hombre que la estaba atemorizando en el momento, no podía permitir que nadie se enterara de lo que había entre Jefferson y ella.

No One Compares To You. // JULIANTINAWhere stories live. Discover now