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" no puedes tomar mi juventud, esta alma mía no se romperá siempre y cuando me despierte hoy "

•••

Olive

-Bueno hoy es el día- me dije después de despertar dándome ánimos a mí misma frente al espejo.

Me había alojado en Waikiki, en el primer hotel que encontré. El día de ayer fue una montaña rusa de emociones, y hoy solo siento que quiero vomitar.
Había volado desde Nueva York para por fin dejar de darle vueltas a esto, en cuanto tuve la oportunidad y el valor me monté en un avión y salí del continente.
Pero único en lo que mi cabeza podía concentrase era en recordarme la gran posibilidad de que Steve me termine odiando, lo cual no es muy alentador.

Me di una ducha y me vestí con lo primero que saqué de la maleta.

Cuando al fin había terminado de "arreglarme", salí hacia el estacionamiento del hotel, subí a mí camioneta y me dirigí al cuartel general del equipo de 5-0.

¿Qué si tenía miedo? claro que lo tenía, por primera vez en mi vida no sé que es lo que pueda pasar, no tengo el control de la situación y eso me aterra.

Al cabo de lo que fueron minutos, o tal vez una hora, llegué a las instalaciones.
Conduje de la manera más lenta y precavida posible, estaba tratando de postergar todo esto, todo el valor que había adquirido se había ido de vacaciones a no se donde.

Incluso, justo antes de aparcar, estaba pensando en dar la vuelta y regresar por donde vine, pero me recordé cuanto trabajo me había costado tomar esa decisión y supe no me echaría para atrás ahora.
Bueno, estuve 15 minutos pensando como debía entrar, que sería lo primero que le diría, a donde iría si él no estuviera ahí, hasta que golpearon suavemente mi ventanilla.

Giré lentamente, como también queriendo postergar mis acciones, y me llevé una pequeña gran sorpresa; el detective Williams al que había conocido ayer estaba sonriéndome del otro lado de la puerta de mi auto. Abrí con cuidado de no golpearlo.

-Hola otra vez Olive- me saludó cálidamente. Parecía feliz de verme, sinceramente yo estaba feliz de verlo a él, era la única persona que había conocido aquí...y algo me hacía sentir que podía confiar en él, aunque fuera sólo un poco.

-Hola Detective- le respondí sonriéndole de vuelta mientras salía del auto, y luego me recordé que me había dicho que lo llamará Danny, así que opte por corregirme -...Danny-

-Y ahora me dirás "Detective...Danny"- me dijo aguantando la risa mientras empezábamos a caminar a la entrada -Pero bueno, es un avancé, ayer me llamaste "Detective Williams"- yo asentí, aún sonriendo.

-¿Y bueno, qué hace aquí Detective?- y la verdad si que tenía genuina curiosidad.

-¿Yo?, pues en realidad trabajo aquí, soy parte del equipo de fuerzas especiales de 5-0- y entonces noté que tal vez no sería tan complicado encontrar a Steven -¿Y qué hay de ti, tú que haces aquí?- su preguntó me regresó de nuevo a la conversación.

-Yo...necesito hablar con Steve McGarrett- solté sin más, no sabía si decírselo o no, pero tampoco tenía ganas de evitar más el tema. En un abrir y cerrar de ojos ya nos habíamos adentrado al lobby del cuartel.

-Oh, okay, entiendo- no me presionó lo cual agradecí internamente, cuando íbamos a subir se acercó un guardia, el cual se dirigía más bien hacia mí.

-Hey!- le espeté molesta cuando, sin ningún tipo de cuidado o delicadeza me tomó del brazo, creo que intentando determe.

-Wow wow wow, tranquilo Púa- dijo Danny haciéndolo soltarme -Ella viene conmigo ¿okay?- el hombre asintió seriamente y sin más se alejo, muuuy lindo, aunque esperaba una disculpa por lo menos.

-Gracias por eso- le dije amablemente mientras me frotaba el brazo, me dolió un poco el jalón, pero no era nada del otro mundo.

-No hay de qué, ¿estás bien, te hizo daño?- solo negué lentamente, pero importándole muy poco mi respuesta el detective se acercó a examinar mi brazo, notando que mi piel se había tornado un tanto rojiza.

-No te preocupes, me pasa seguido, tengo la piel un tanto sensible- respondí con simpleza, pero no se veía dispuesto a creerme, así que tomé su mano y la retiré con suavidad -No me duele- lo solté y miré hacía arriba.

-Entonces, vamos- yo asentí mientras subíamos y doblábamos por un pasillo hasta toparnos con unas puertas de cristal -Es aquí- entramos a la par -La oficina de Steve está por allá- me la señalo una gran oficina en la esquina de la habitación -Y aquí estaré yo- dijo abriendo la que parecía su oficina -Si necesitas algo puedes venir- yo asentí otra vez y me encaminé lentamente a la oficina al extremo. Los nervios me estaban ganando.

Al acercarme lo pude ver, estaba sentado en su escritorio realizando un papeleo.
Toqué suavemente haciendo que me mirará, creo que lo sorprendí un poco, pasaron unos segundos hasta que me hizo una señal para que pasara.
Aquí vamos, pensé respirando hondo y empujando la puerta.
Sabía el interrogatorio que me esperaba, y estaba dispuesta a responder cada una de sus preguntas sin excusas, no más mentiras, no más engaños...

foreigner  ✧・゚*Where stories live. Discover now