Contraste

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Hacía mucho que no sentía tanta ternura acogedora, tampoco este vacío tan inmenso. No puedo recordar la última vez que sentí como me ahogaba en amor, pero si recuerdo cómo me sofocaba en el abismo.

Vacilo entre la inmensa felicidad de su abrazo y el terror del abandono (a mí misma).

Mientras intento aferrarme a su dulzura mi miedo me arrastra hacia el pasado y nuevos fantasmas vienen a atormentar me. Grito una y otra vez por ayuda, lo hago en el silencio mientras contemplo el vacío en mi habitación.

No soporto el dolor de mi quijada ni esta ansiedad, pero me reconforta tu abrazo que una vez a la semana me regresa la tranquilidad. Ahora no sé qué es peor si depender de ti para sentir paz o de los cigarrillos para relajarme, a largo plazo tendrán el mismo final, terminarán sofocándome hasta morir.

Es triste admitir que preferiría sofocarme con el humo del cigarrillo que hacerlo con tu amor, sería una muerte mucho menos dolorosa y algo que esperaría con ansias.

Por el momento solo he vuelto a mis viejos hábitos: beber café demasiado cargado sin poder conciliar el sueño mientras cae sobre mí una lluvia de pensamientos desquiciantes y depender en un cien por ciento de su amor y aprobación.

Observo el contraste de las cosas que tiran de mí a un lado y otro del camino que intento seguir; preferiría caer hacia el abismo ya que sería más fácil dejarme ir, sin embargo tiran fuerte desde el amor y la comprensión a pesar de mi clara entrega hacia la oscuridad que no ha hecho más que crecer y consumir lo poco que quedaba de mí en esta carcasa de carne y huesos.

Reflexiones por Dasha GrotvickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora