Capítulo 01.

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JUNGKOOK

—Una manzana completa de la ciudad está en llamas después que incendiarios atacaron otra clínica de fertilidad en Seúl hoy temprano. Si esta mañana va a tomar uno de los puentes hacia el centro de la ciudad desde el lado este, asegúrese de revisar su aplicación de navegación para cualquier ruta alternativa. Más sobre el tráfico local y el clima diez minutos después de la hora.

Me quedé en la cama durante unos minutos más, tratando de despertarme y recoger las noticias que lentamente se filtraban en mi cerebro. Me quedé allí con mi mano en el despertador de la radio y mis ojos cerrados por unos minutos más antes que pudiera moverme. Cuando por fin pude abrir los ojos, la luz de la habitación entró de golpe. El brillo me atravesó, un dolor punzante a través de mi ya palpitante cabeza.

Volteé mi dolorida cabeza hacia un lado y traté de ver los brillantes números digitales en el reloj. 7:45. Iba a llegar tarde al trabajo si no salía de la cama en cinco... cuatro... tres... dos... dos... cuatro.

Me senté, sintiendo el dolor, pero ese sentimiento agudo y punzante ya no estaba en mi cabeza. Había una nueva fuente de incomodidad concentrada debajo de mí. Justo donde estaba sentado, de hecho. Me froté las sienes, agité la cabeza y traté de recordar qué demonios fue lo que hice anoche, y por qué demonios me dolía tanto el culo.

Coloqué mis piernas sobre el borde de la cama y tiré las mantas, luego me levanté y traté de estirar el dolor en los músculos. Me moví de un lado a otro, luego hacia delante y hacia atrás, pero nada parecía ayudar. Pensé que quizás un tirón muscular me había golpeado en medio de la noche. Pero la cosa era que cada uno de mis músculos se sentía fatigado y adolorido. Tomé un par de pasos e incluso tuve problemas para levantar los pies para poder cruzar la habitación. ¿Qué demonios estaba pasando?

Supuse que me iba a caer con algo. Tal vez había atrapado el bicho que había estado dando vueltas todo el invierno. El que tuvo a la gente en cama durante semanas, incluso mandándolos al hospital. Cuando recordé, me di cuenta que me sentía un poco mal esta última semana. Pero estar enfermo era lo último que necesitaba. A mi distrito le faltaban hombres, llevaba meses. Sabía que no había forma que el capitán me dejara tomarme un descanso. Con el ataque a la clínica de fertilidad y los pirómanos que han golpeado la ciudad últimamente, estoy seguro que no me dejaría quedarme en casa. Tenía que hacerlo, no importa lo mal que me sentía.

Cuando entré al baño y encendí la luz, no pude evitar preguntarme si era otra cosa. Algo que hice anoche. No tenía dolor de garganta ni fiebre, y la cosa era que no podía recordar cómo llegué a casa anoche. No recuerdo haber estado en una pelea. Y cuando me miré en el espejo del baño no vi ningún rasguño o moretón en mi cara o cuerpo.

Pero cuando bajé mis calzoncillos me asusté un poco al ver que estaban húmedos. Empapados más bien. Y no tenía ni idea de dónde demonios provenía toda la humedad, ya que estaba concentrada en la parte de atrás. Alargué la mano entre las mejillas del culo para ver si estaba sangrando o herido de alguna manera, pero no encontré nada.

—¿Qué demonios? —Dije en voz alta al espejo mientras me veía girándome inútilmente para ver mi cuerpo desde atrás. No sirvió de nada. No podía ver nada, excepto un líquido claro en mi mano que olía... bueno, olía muchísimo a semen. Pero eso fue ridículo. Yo era un beta y cuando salí en busca de acción, siempre dejé claro que era un lanzador, no un catcher. No había forma que hubiera dejado a nadie ir allí, por muy borracho que estuviera anoche. Cerré los ojos y salpicando agua en mi cara, tratando de no pensar por qué no podía recordar nada.

Abrí la ducha y me puse bajo el chorro de agua caliente. Esperaba que si me quedaba allí el tiempo suficiente ayudaría a lavar algo del dolor en mis músculos, y tal vez incluso la inquietud que sentía brotando dentro de mí. Puse mi cabeza directamente debajo del chorro y cerré los ojos.

keep it secret {jikook}.Where stories live. Discover now