No me odies, quiéreme. - Ale Peña

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1. Cuando sus miradas se cruzaron una especie de corriente eléctrica la recorrió, pero la sensación duró apenas segundos ya que él le dirigió una fría y congelante mirada para después regresar la vista a los libros que estaban sobre la mesa.

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2. –Alicia, debes entender que no todos vemos los libros como seres. En realidad, son libros, son cosas, no respiran. No les pasa nada si alguien los avienta.

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3. «¿Por qué las mujeres creen que con una sonrisa lo solucionan todo? Afortunadamente, ya sé como tratar a mujeres de sonrisas hermosas.»,

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4. «¿En verdad es tan difícil darte un poco de amor?», indagó en su interior. Le dio un beso en la coronilla, como respuesta el bebé le regaló una mirada llena de amor, que iluminó su corazón, una vez más, estuvo seguro de que había hecho lo correcto

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5. «Imposible creer que alguien tan pequeño puede tener unos pulmones tan potentes.», pensó.

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6. La relación que tenían su hermano y cuñada le fascinaba y secretamente anhelaba tener a su lado a alguien que se desviviera por ella como lo hacía Ezequiel con Elisa.

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7. –No voy a negar que me sentó mal el que decidieras irte e independizarte, pero entiendo que necesites vivir tu vida, con tus propios errores y aprendizajes.

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8. –¿Eso crees, crees que es fácil para mí? Le entregué mi corazón, me enamoré, di lo mejor de mí para que ella jugara conmigo, destruyera mi fe y se llevara lo mejor de mí, lo perdí todo gracias a ella. No, no es fácil para mí.

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9. »Lo único que tengo es a mi hijo y soy capaz de hacer cualquier cosa por él, cualquier cosa.

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10. –Alicia es demasiado ingenua, inocente y tonta, caería en tus redes antes de que te des cuenta, por favor, no te acerques a ella.

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11. «No te odio, debería hacerlo, pero por alguna razón no puedo»

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12. –Al parecer a mi hijo le caes bien. Hay cosas de ti que no entiendo, ni pretendo, pero sí de algo estoy seguro es que alguien que se pone a hacer caras ridículas a media cafetería para entretener a un niño es incapaz de pegarle.

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13. –No te estoy cobrando, no me lo tomes a mal, pero tu hijo es un amor de niño, y el pago va incluido en pasar una tarde con él. –aclaró– ¿Qué dices pequeñuelo, nos quedamos toda la tarde juntos y te libras del gruñón de tu padre?

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14. –Ten cuidado, hijo. No dejes que esa sonrisa te encandile, no hay nada más traicionero que la sonrisa de una mujer.

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15. –Vaya, alguien debió hacerte mucho daño para pensar que todas las mujeres somos iguales.

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16. –¿Siempre eres así? –¿Así cómo? –Alguien te ofende y le restas importancia.

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17. –No tiene sentido que me amargue la vida con la impresión que tiene la gente de mí, sé que puede parecer una tontería, pero prefiero que quede en su conciencia y no en la mía.

Frases del OlimpoWo Geschichten leben. Entdecke jetzt