Lo que nunca te canté ; Shawn Mendes (Pruébalo parte 2)

Cinco.

— ¿Lo verás de nuevo? A Shawn, me refiero.

 —Probablemente.

— ¿Puede saberse por qué?

—Porque cada vez que intento alejarme por completo de él, en todo el sentido de la palabra, la vida parece querer estar en mi contra. Es muy amigo de Courtney, y es como si ahora la siguiera a todos lados.

Jane niega con la cabeza y suelta una risa.

—No puedo creer que supuestamente tu mejor amiga siga siendo amiga de él. Es decir, sí, yo lo amo, es un cantante excepcional, y fantaseé con él en algún momento, y probablemente siga teniendo sueños con él, porque soy su fan y porque es tan guapo y tan...

—Jane, te entendí desde el principio.

—El punto es —vuelve a reír, avergonzada—, que lo que está haciendo no está bien. Te hizo daño, y no es que tú le prohíbas que ella le hable o algo como eso, pero deben mantener sus distancias. Hay una línea muy delgada y creo que ella ha acabado de cruzarla. Deberías tratarlo con ella.

Suspiro, volviendo a dar una calada al cigarro.

—No lo entiendes. Ya tuvimos una pelea por Shawn, no quiero tener otra.

— ¿Me estás hablando en serio? ¿Y yo por qué no lo sabía?

Suspiro, dándole otra calada al cigarrillo hasta que por fin acaba. Toso un par de veces, lo apago en un charco junto a mí y lo boto a la basura. Jane tararea una canción que desconozco y mira hacia arriba, por fuera de la carpa que nos cubre de la lluvia que ya se está poniendo cada vez más fuerte.

No sé cuánto tiempo pasa, pero Emmett sale a nuestro encuentro a decirnos que la cafetería se está llenando, por lo que tenemos que volver. Asiento con la cabeza y entro sin rechistar a otro día aburrido, en el que trato de pensar en cosas que me dejen olvidar de cierto personaje.

Cuando estoy en la cama me es imposible conciliar el sueño. Mi mente no duerme y decide ponerse creativa a estas alturas de la noche. Me levanto, resignada y enciendo la lámpara a un lado, para que la habitación no quede en total oscuridad. Acaricio mis piernas y las recojo hasta que chocan con mi pecho. Apoyo mi frente en mis rodillas y suelto un suspiro que no sabía que contenía.

Todo esto es una mierda. Volver se ha convertido en una mierda.

Quiero volver a Costa Rica, quiero volver a tener la mente ocupada. Quiero dejar de pensar en Shawn por un momento. Por lo menos cuando estaba en la universidad podía ocupar mi mente en otra cosa, podía salir con chicos, con mis amigos, podía tener tiempo para mí. Ahora que estoy de vacaciones, y de vuelta a mi ciudad... las cosas se complican. Y se complican el doble gracias a nada más y nada menos que Reed.

Maldito Reed.

Debo aceptar que desde aquella noche que se sinceró y decidió cantar frente un montón de gente para declararme su amor, no he pensado en él de la misma manera. Ya no es simplemente el amigo atractivo que todo el mundo tiene con el que puedo ser yo misma. Me veo junto a él de otra manera, y me asusta. Me asusta mucho.

La vibración de mi teléfono sobre la cama me saca de mis pensamientos. Cuando lo reviso, siento que el corazón quiere salirse de mi pecho.

De: Número desconocido.

"Por favor dime que estás despierta"

Suspiro, no debe ser tan malo.

"¿Quién es?"