Uno.

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—Gaby, vas a llegar tarde al trabajo —escucho decir a mamá entre risas, mientras golpea la puerta de mi habitación. Emito una queja que suena más como un gruñido y meto mi cabeza debajo de la almohada. Entonces mamá vuelve a tocar la puerta—. Cariño, no me obligues a entrar o a traer a Courtney, te está esperando afuera.

— ¡Vete, mamá!

Presiono más la almohada contra mi cabeza hasta que la voz de mamá disminuye poco a poco. La cabeza comienza a dolerme y pienso que, en parte, es mi culpa. Me lo merezco. No debí salir a tomar a escondidas con Court. No había llegado al punto de estar totalmente ebria, pero sí llegué a sentir que todo me daba risa. Es decir, ¿quién en su sano juicio bebería un miércoles a la noche? No vuelvo a tener clases hasta dentro de dos meses, sí, pero por lo menos yo tengo que trabajar.

Intento dormirme de nuevo y muy dentro de mí deseo no volver a soñar lo que ahora sé que he estado soñando. Pero como hoy es el día de llevarle la contraria a Gabriela...

¿Hay algo malo en soñar con un guapo, atractivo y simpático cantante internacional? Por supuesto que no, es demasiado normal. Apuesto a que ustedes lo hacen todas las noches. Pero para mí es diferente.

Sobre todo si ese cantante con el que sueño es mi ex.

Para ese entonces, Shawn se encuentra sin camiseta. Lo he visto incontables veces sin camisa pero, por alguna razón, ahora hace que se me ponga la piel de gallina. Me mira como si no quisiera parpadear para no perderse ningún momento en lo que a mí respecta, y comienza a caminar en mi dirección. Es cuando me doy cuenta de que estamos en una playa y que, al parecer al igual que él, yo llevo un traje de baño negro.

Cuando él está lo suficientemente cerca de mí, acentúa su sonrisa de medio lado. Siento que me tiemblan las piernas.

— ¿Tienes calor?

"Oh por Dios, sí, claro que tengo calor..."

—En días como hoy, el sol pega muy fuerte en verano. Pero cada vez que pruebo Aloha Scence Fruit el calor pasa a otro nivel —dice, sin dejar su sonrisa coqueta mientras me guiña un ojo. Se lleva la paleta, que no sabía que tenía en la mano, a la boca y le da un mordisco; hasta puedo escuchar el sonido de sus dientes contra el helado desde aquí. Vuelvo a sentir ese hormigueo en mis piernas cuando él acerca la paleta a mi rostro—. Vamos, Gaby, yo sé que quieres probarla, amor. Una chica como tú no debería estar tan acalorada...

Dios santo, por qué estoy pensando esto con doble sentido. Necesito ir a la iglesia.

Y también necesito dejar de ver tantos comerciales antes de irme a dormir.

Ignoro el dolor en mi pecho al escucharlo decir "amor" y levanto mi mano con la intención de tomar la suya, pero una mano desconocida que aparece de la nada me toma por la muñeca y me hace girar.

—Te han dicho que te levantes.

¿Qué mierdas hace Courtney allí? ¡Es mi sueño, no tiene por qué arruinarlo estando ahí!

— ¿Pero qué...?

—Levántate Gaby, ya te lo han dicho.

— ¡Déjame!

—Tú lo pediste.

Con una fuerza que no sé de dónde saca, me toma en brazos como un saco de papas y se acerca a la orilla de la playa, dejando a Shawn atrás totalmente anonadado, todavía con la paleta en la mano.

—Última vez, Gaby. Levántate.

— ¡No me molestes!

Y entonces me tira al agua, al mismo tiempo en el que me siento de un brinco sobre la cama, asustada. Mi pijama, una camisita de tirantes con dibujos de vaquitas y un short negro, se queda pegada a mi cuerpo. El viento entra por la ventana de mi cuarto, que siempre dejo entre abierta, y me estremezco más de lo normal. Mi cabello gotea y mi cabeza comienza a doler más que antes.

Lo que nunca te canté ; Shawn Mendes (Pruébalo parte 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora