Te ofrezco trabajo

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Nico: Y?
X: No hubo forma de salvarlo. Lo siento (le pone la mano en el hombro) Te juro que hice lo que pude
Nico: Voy a matar a ese maldito niño
X: (lo agarra del brazo) Querés terminar igual que tu amigo?
Nico: (se suelta bruscamente) Quién se creen que son? Dios?!
Eh?! Responde
X: Tranquilo por favor
Nico: Ustedes deciden quien vive y quién muere? Son una mierda, eso son
X: Podrías no meternos a todos en la misma bolsa por favor? Yo te ayude, hice lo que pude
Nico: (se limpia las lágrimas con el brazo y agarra a X del cuello de la camisa) Son todos la misma mierda. Seguro que no hiciste nada para salvarlo. No te vengas a hacer el salvador ahora
2 hombres: Ey!! (Se acercan y los separan)
Hombre 1: (empuja a Nicolás)
Nico: (se acomoda la ropa. Escupe en el piso)
Hombre 2: (se prepara para pegarle)
X: (lo detiene. Niega con la cabeza) Tengo un negocio que te puede interesar. Para que veas lo malo que soy, te ofrezco trabajo
Nico: ...
X: Mi hija se empeñó en que trabajes como criado y no me parece mala idea. Sos fuerte, así que vas a poder hacer muchas tareas. A parte cuanto mas criados, más prestigio, ha se sabe
Nico: Y quien te dijo que yo quiero un trabajo ofrecido por vos?
X: Tu situación actual? Preferís volver al campo de trabajo?
Nico: Prefiero volver a Buenos Aires, eso prefiero
X: Esa opción no está en la lista
Nico: Tengo una mujer y un hijo o una hija esperandome
X: Si trabajas para mí supongo que será más fácil contactarte con ellas. Tengo teléfono, te dejaré llamarla una vez a la semana. Solo tenés que aceptar el trabajo
Nico: (traga saliva y piensa)
X: Vamos, no tenés nada que dudar
Nico: (lo mira) Conozco a alguien que necesita mucho más ese trabajo
X: Martha dijo que tenías que ser vos. Yo nunca le digo que no a mí hija
Nico: Es un hombre mayor, no resistirá en el campo mucho tiempo más, tiene que salir cuanto antes
X: Es judío?
Nico: (asiente)
X: No puedo hacer nada por él, lo siento. Ahora responde si querés el trabajo, no tengo tanta paciencia
Nico: Está bien, sí, lo quiero
X: Buena decisión. No te vas a arrepentir, y espero que yo tampoco (se va)
Nico: (mira la puerta entreabierta de la habitación y entra. Se acerca a la cama y se arrodilla junto a Alfred) Adiós amigo, fue un placer (le pone la mano sobre el pecho) Siempre me voy a acordar de lo que hiciste por mí

La casa de los Venetianer no era muy diferente de la casa donde se había celebrado el cumpleaños. Enorme. Demasiado grande para mi gusto.
Subimos las escaleras al piso de arriba del todo, a una especie de altillo. Creo que el lugar más chiquito de la casa.
Habían varias camas, supongo que de los otros sirvientes.
Dejé mis cosas en la cama que me indicaron sin abrir la boca en ningún momento. Nunca fui de hablar cuando no hay nada que decir.

Nico: (se tumba en la cama mirando el techo. Cierra los ojos) Como te extraño
Martha: (entra delicadamente en la habitación y se acerca)
Nico: (se sienta alertado) Ah sos vos
Martha: (se sienta a su lado) Poco spañol
Nico: Yo poco alemán
Martha: (niega con la cabeza) Martha escuchar hablar gente
Nico: Martha que vendrías a ser vos...osea hablas de vos en 3a persona (se ríe un poco)
Martha: (sonríe)
Nico: (le pellizca el cachete tiernamente) Que graciosa que sos. Yo, Nicolás hija y mujer
Martha: Mujer?
Nico: (le muestra la foto)
Martha: (la mira)
Nico: Ella es Emilia
Martha: (lo mira)
Nico: Ademas soy muy grande para vos. Te vi como me mirabas en la fiesta
Martha: (se sonroja un poco y aparta la mirada) Am...no mirabas
Nico: No soy un tipo para vos chiquita
Martha: (se gira hacia él) Martha
Nico: Martha. Vos tenés que buscar alguien de tu edad
Martha: No. Vos
Nico: Yo no... (Suspira) No importa. Tengo que ir a trabajar ahora (se levanta) Hablamos en otro momento y no vuelvas a esta habitación, me puedo meter en problemas (se va)
**
Emi: (le daba de mamar a la beba)
Alberto: (sale al jardín) Emi, te llaman por teléfono. Es importante (la ayuda a levantarse)
Emi: (va rápido)
Alberto: (mira a Alma y sonríe) Vaya usted también
Alma: (se levanta y va)
Emi: Sí?
Nico: Hola! Hola Emilia soy Nicolás
Emi: Qué? Dónde...donde estás? De dónde me llamas? Cómo hiciste? Saliste?
Nico: No, no estoy trabajando en una casa fuera del campo. Es una larga historia pero estoy bien. Vos cómo estás?
Emi: (se quiebra) Te extraño todo el tiempo
Nico: Aguanta un poco más, ya nos vamos a ver, te lo prometo. No llores por favor porque me matas
Emi: No sabes lo que se parece a vos Celeste
Nico: Celeste (sonríe) Me encanta el nombre. Como está?
Emi: La tengo acá comiendo. Es re chiquita, pero no sabes cómo come (se ríen) Dice tu mamá que es igual de tranquila que vos cuando eras chiquito
Nico: (se tapa la boca con la mano) Que linda por dios, me muero de ganas de verla
Emi: Y yo de que la veas
Nico: Para para, dijiste mi mamá?
Emi: Tu mamá está acá con nosotras
Nico: Me estás cargando?
Emi: No (le pasa el teléfono)
Alma: (llorando) Hijo, hijo cómo estás? Dónde estás?
Nico: Ma! Mamá no me puedo creer esto. Que haces ahí? (Se ríe un poco)
Alma: El día que Emilia me trajo tu carta decidí que tenía que volver a Buenos Aires después de tanto tiempo para ayudarla. Aunque bueno, mucha ayuda no necesita, no sabes lo madraza que es
Emi: (sonríe)
Nico: Me lo imagino
Alma: Perdón que me fui eh pero pensé que estaría mejor acá
Nico: Hiciste bien en irte, no tenés que pedirme perdón por nada. Te amo
Alma: Yo te amo a vos mi chiquito. Si te pasa algo me muero
Nico: Estoy bien, estoy a salvo. Pásame con Emilia de nuevo por favor, quiero que la nena escuche mi voz aunque sea por teléfono
Alma: (le pone el teléfono a Celeste cerca de la orejita)
Nico: Hola hermosa
Emi: (sonríe mirando a Celeste)
Nico: Soy papá. Papá Nicolás
Celeste: (mueve las manitos)
Nico: Te amo mucho, sabes? Tengo muchas ganas de verte la carita. Pronto voy a estar allá con ustedes y nos vamos a conocer. Emilia
Alma: (le pone el teléfono en la oreja)
Emi: Acá estoy
Nico: Tengo que cortar. No quiero abusar. Te amo
Emi: Yo te amo a vos
Nico: (hace ruido de beso)
Emi: (cierra los ojos y sonríe)
Nico: (corta)
Emi: (agarra aire profundamente)
Alma: (corta)
Alberto: Estaba bien, viste, yo te dije
Emi: No! No me olvide preguntarle por papá!
Alberto: Seguro que también está bien. A lo mejor está con Nicolás pero no podía hablar
Emi: (lo mira algo desconfiada)
**
Diego: Todavía no volvió Nicolás?
Jean: No
Diego: ...y si le pasó algo?
Jean: A Nicolás? Ni ahí. Es como los faros, siempre cae de pie. Seguro está mejor que nosotros
Diego: ...
Jean: Deja de preocuparte tanto. Él no se preocupa tanto por nosotros. Ahora lo que tenemos que hacer es poner en marcha el plan de fuga y pensar solo en eso. No podemos distraernos. Si algo sale mal, cagamos

El cabaret de los hombres perdidos (TERMINADA)Where stories live. Discover now