Mi Vecino┊͙ YeonBin! ₍ ᶻᶻᶻ [ᴛxᴛ] ˊˎ

📖·˚21 ༘ ᴍɪ ᴠᴇᴄɪɴᴏ┊͙ ʏᴇᴏɴʙɪɴ! ₍ ᶻᶻᶻ [ᴛxᴛ] ˊˎ

- ¿Así que eres el profesor de mi hermano? ¡Qué fuerte, SooBin! -exclamó YeonJun y casi se atraganta con un trozo de donut mientras desayunaban en una cafetería cerca del campus universitario-. ¿Y cómo no me lo has dicho antes?

-Bueno, llevamos apenas unos días y casi no hemos salido de tu piso -contestó él poniéndose muy colorado de repente.

YeonJun clavó sus ojos en él, una mirada de tigre, el deseo volvía a encenderse en él y no veía la hora de volverlo a tenerlo en su cama, y si era posible, atrapado bajo su cuerpo.

- YeonJun te estoy hablando -lo escuchó decir de pronto, muy sorprendido.

- ¿Eh? Ah, pues eso.

SooBin lo miró con extrañeza, intuía la causa de su lapso.

-Entonces, ¿te llevas bien con JiGu? Imagino que sí, mi hermano es estupendo.

-Sí, en eso estoy totalmente de acuerdo contigo, es muy buen niño.

A YeonJun se le hinchó el pecho de orgullo.

-Me contó también algo más.

- ¿Así? ¿El qué?

-Algo sobre tu distanciamiento con tu padre.

YeonJun guardó silencio y sólo se limitó a tomar un poco de café.

-No quiero que pienses que soy un fisgón. JiGu necesitaba desahogarse y me dijo que te habías distanciado de tu padre por algo que pasó entre ustedes dos.

-Le pegué a mi padre

Aquella frase agarró a SooBin por sorpresa, jamás por más vueltas que le hubiera dado, habría imaginado una razón como ésa.

YeonJun suspiró, su rostro reflejaba tristeza y vergüenza.

-Tuvimos una bronca descomunal cuando le dije que no quería el trabajo que me ofrecía en su empresa, que lo que quería era hacer música, que había estudiado Económicas sólo por complacerle, pero que ya había cumplido con todos los requisitos para ser su hijo, que a partir de ahora sería yo quien decidiera.

SooBin guardó silencio, no quería presionar a YeonJun, sabía que deseaba con todas sus fuerzas abrirle su corazón.

-Él no aceptaba mis razones, decía que sería un don nadie con mis ideas absurdas sobre la música, que no permitiría que arruinara mi vida. Yo le dije que eso no lo sabría, que era mi sueño fundar una banda e incluso mi propia empresa de eventos, pero se rió de mí. Luego vinieron los insultos, a cual peor - YeonJun suspiró y se pasó una mano por el pelo-. Seguimos discutiendo hasta que acabó diciendo que yo no podía ser su hijo y que se avergonzaba de mí, se me fue la cabeza y le pegué.

Con los ojos fijos en la taza de café, YeonJun ya no probó un bocado más. Silencioso y triste, parecía no atreverse a mirar a SooBin. El chico puso una mano sobre la de él y la acarició dulcemente.

-Eh, sigo aquí, no me voy a ir a ningún sitio -sonrió-. Ya no te culpes más, creo que ya lo has hecho por demasiado tiempo-. Le animó el intuyendo el peso tan grande que atormentaba a YeonJun.

-Lo sé, es más, he intentado de mil maneras que volvamos a hablar, arreglar las cosas, pero no me perdona ni quiere volver a verme.

- ¿Y qué hay de tu madre?

-Con ella todo está bien, dice que se siente muy orgullosa de que haya tenido el valor de seguir mi camino sin el apoyo de mi padre y reconoce todos mis progresos.

- YeonJun, creo que eres un gran chico y tu madre tiene mucha razón en sentirse orgullosa de ti. El equivocado es tu padre, pero tal vez con el tiempo se dé cuenta y recapacite.

-Si quiere, yo siempre estaré ahí para él.

Con las manos entrelazadas, se miraron con ternura. Salieron de la cafetería y en esas el móvil de YeonJun comenzó a sonar insistentemente, pero éste al ver el nombre de Sandra en la pantalla, cortó la llamada y lo apagó.

SooBin se extrañó un poco, pero no dijo nada. Esperaría a que él mismo se lo contara.

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